Volver con los padres para que sean abuelos
Delia Parro se agarró a un regreso para sacar adelante a su hija. Se había quedado embarazada mientras compartía su vida con un hombre, del que terminó separándose. Cuidar sola de su pequeña le obligó a volver a casa de sus padres, a asumir que había perdido la emancipación alcanzada. "Al menos tuve esa opción", reconoce, aunque también confiesa que está luchando por encontrar un empleo que le permita obtener una vivienda y retornar a la independencia perdida.
Delia tendrá el uno de enero 34 años. Arrancará 2007 con una fiesta de cumpleaños y una lista de metas por cumplir. "Quiero una casa para mí y para la niña", desea en voz alta. Es su principal reclamación a las administraciones. Intentó conseguir una de protección oficial en un pasado sorteo pero no hubo suerte. "Me imagino que hay gente en peor situación que yo pero debería haber más facilidades", pide. Delia vive en Chiclana (Cádiz) y ya ha echado una nueva solicitud. Otro sorteo para ver si se cumple un sueño. En su casa ideal vivirían dos Delia, ella y su hija de 5 años. "Mis padres se han portado muy bien acogiéndonos pero lo que necesitamos es vivir solas. Eso sí, con visitas de los abuelos", explica.
Para cumplir ese reto tiene que conseguir hacer realidad otro: un empleo estable. Delia ha trabajado en una tienda de moda durante cuatro años y se empleó como eventual en un área de reciclaje pero no estuvo dada de alta en la Seguridad Social.
Lo que más le gusta son los trabajos relacionados con los más pequeños. Ha cuidado niños en casas. También sin contrato. Por su condición de madre soltera, solicitó información en el Instituto Andaluz de la Mujer. Allí le recomendaron que pidiera plaza en los cursos de formación que impulsa la Diputación para el colectivo de mujeres.
Así se está preparando para ser monitora de ocio y de actividades extraescolares. "He conseguido prácticas remuneradas en un hotel", explica ilusionada. Ilusiones que se mantienen en alto. "Lo más difícil es poder encontrar un trabajo que me permita conseguir la estabilidad económica necesaria para vivir con mi hija", detalla, aunque agradece iniciativas como la de la Diputación gaditana que le está ayudando en su propósito.
Una experiencia que comparte con sus compañeras de curso. "Hay muchas madres solteras. En los descansos, comentamos y coincidimos en muchos de los problemas y dificultades", relata. Cuando salga del curso, podrá demostrar experiencia en el terreno laboral que más le gusta. Un poco más cerca de la casa para las dos Delia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.