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Entrevista:FITO CABRALES | Músico

"Si no hay mejor 'rock and roll' es por culpa nuestra, de las bandas"

El Bizkaia Arena de Barakaldo se convertirá hoy (20.15; 21 euros) en la primera escala vasca de la gira en la que Fito Cabrales (Bilbao, 1966) presenta las canciones de Por la boca vive el pez, su cuarto álbum al frente de Fitipaldis. La base rítmica que acompañó a Andrés Calamaro y Ariel Rot en su reciente reencuentro, el guitarrista de MClan, el teclista de Duncan Dhu y el saxofonista Javier Alzola, único superviviente de los primeros Fitipaldis, respaldan al antiguo cantante de Platero Y Tú en un tour que ya han visto 93.000 espectadores en diez abarrotadas plazas. La cifra ratifica el éxito de un artista que en apenas dos semanas despachó más de 200.000 ejemplares del nuevo disco y que hoy actuará ante cerca de 19.000 seguidores. Será el concierto con más espectadores celebrado en Euskadi bajo techo. Prueba de la expectación que ha levantado, Metro Bilbao intensificará la frecuencia de sus unidades en los momentos previos y posteriores al mismo.

"Ahora somos una banda diferente. Las canciones suenan diferente y hay más energía en el escenario"

Pregunta. ¿Qué tal va la gira?

Respuesta. De lujo. En los diez conciertos que hemos hecho hasta ahora se han vendido todas las entradas, con lo cual no se puede pedir más. Que dure. Lo que está sucediendo es increíble.

P. Tras diez conciertos, ¿qué sensación tiene? ¿Acertó al renovar casi por completo su banda?

R. Sí. Ha habido un cambio. Todas las canciones, aunque alguna no se haya cambiado mucho en cuanto a estructura o tal, se tocan diferentes, que es lo que estaba buscando. Ahora somos una banda diferente, con lo cual las canciones suenan diferente y hay más energía en el escenario.

P. Buscaba una gran escenografía al servicio de seis rockeros, pero que no les eclipsara. ¿Ha dado con ella?

R. El equilibrio de buscar un marco que no eclipse al cuadro es un poco cabrón, pero se está consiguiendo. Hay un montaje bonito, que cuando entras dices: "Coño; ¿aquí quién va a tocar, que está esto bien montado?" En ningún momento te puedes descentrar, porque no hay pirotecnia ni nada de eso. El centro de atención siguen siendo los músicos; lo que pasa es que hay que enfocarlo de forma que nadie se pierda a esos músicos, y las luces y las pantallas de vídeo están pensadas para esa función.

P. ¿Esperaba confirmarse como superventas o temió no captar tanta atención?

R. Este éxito no esperaba; por eso es más agradecido. Si eres una superestrella del pop y no llegas a número uno eres un fracaso, pero si un disco mío llega a número uno es mucha más sorpresa, la historia cambia un montón. En el fondo, pienso que el hecho de que cualquier banda o solista que haga un disco rocanrolero esté de repente arriba en las listas de ventas refleja algo bueno para todos, está diciendo algo de la música, que no está todo tan decidido como nos hacen pensar, y eso es una alegría.

P. ¿Son buenos tiempos para el rock and roll?

R. Sí. Igual no se refleja en los medios, pero creo que el rock and roll es ya una cosa eterna. No tiene por qué ir medido con el éxito de las canciones o de los artistas pop, ni nada de eso. Creo que hay hambre de rock and roll, que hay público que compra discos y va a conciertos, no creo que sea un problema de que a nadie le interese ya. Si no hay mejor rock and roll es por culpa nuestra, de las bandas. El culpable de que un disco de rock and roll venda más o menos serán simplemente las canciones.

P. Muchos no conciben el rock and roll fuera del ámbito underground. ¿Lo padece?

R. Claro que habrá gente que no me quiera seguir, porque siempre hay gente que, en cuanto no son los únicos que te conocen, ya no les interesas, pero no me importa, porque igual que acepto los aplausos también acepto que me digan otras cosas. Estoy muy tranquilo con lo que hago. Si a alguien le molesta que un disco de los Fitipaldis sea muy vendido, qué quieres que le haga.

P. ¿Por fin está disfrutando del éxito de Fitipaldis, una asignatura pendiente que tenía?

R. Sí. Por primera vez se pone un poco de acuerdo la faceta personal con la artística. Todos tenemos problemas o cosas que no te dejan del todo tranquilo, pero esta gira la estoy saboreando. Estoy más centrado y me doy más cuenta de las cosas que antes, que iba un poco más quemado.

P. ¿Qué tal lleva la fama?

R. Bastante bien. Siempre lo he intentado llevar bien; no creo que me cambie, ni que me agobie demasiado. Tampoco digo que me encante, pero no tengo corazón para decirle a un tío que no le firmo un autógrafo. Creo que tengo que estar agradecido, y es parte de ser músico.

P. Le molesta la intromisión en asuntos personales.

R. Sí, porque yo quiero que si alguien habla de mí, hable por mi trabajo, no por si he estado en un puticlub [trabajó como camarero en uno hasta que decidió dedicarse profesionalmente a la música], o si consumía drogas o por las relaciones personales que tengo. Pero, bueno, lo llevo bien.

P. Iñaki Uoho, su compañero en Platero Y Tú, dice que usted siempre necesita un complemento, alguien que le ayude a dar forma a las canciones. ¿Es cierto?

R. Sí, necesito ayuda todo el rato. No conozco a nadie que haga un disco el solo, sería estúpido. Lo que no me dejo es ayudar en poner una coma a uno de mis textos o que me toquen una canción, pero a la hora de arreglar la canción, de grabarla y todo eso, claro que necesito ayuda. Pero no de una persona, siempre pido ayuda a toda la banda.

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