Una 'rara avis'
Muy pocas películas basadas en hechos reales habrán sido interpretadas por la propia protagonista que los ha vivido. Por eso Cándida, primer largo de Guillermo Fesser, se presenta como una rara avis que es necesario considerar desde un doble ámbito: desde el estricto análisis de una comedia social que se supone negra pero que acaba cayendo en un costumbrismo algo complaciente, y desde el terreno metacinematográfico derivado del hecho de que la propia sufriente que vemos en pantalla es la que ha padecido las tragedias que se muestran. Y ahí sale ganando. En principio, las deficiencias de Cándida vienen provocadas por su desaliño formal, con bruscas transiciones entre secuencias, un recurso excesivo al plano-contraplano que le resta ritmo a los chistes y una constante voz en off que quizá en el papel tuviera su gracia pero que relatada con la discutible dicción y modulación de una actriz aficionada pierde parte de su eficacia.
CÁNDIDA
Dirección: Guillermo Fesser. Intérpretes: Cándida Villar, Jorge Bosch, Raúl Peña. Género: comedia. España, 2006. Duración: 110 minutos.
Sin embargo, la fuerza, la garra y la rabia de los primeros planos de Cándida Villar (la real y la ficticia, que son la misma) terminan enmascarando en ciertos momentos los problemas formales de la película.