Una recalificación en Santander permite a dos promotores privados ganar 157 millones
La corporación abordará la urbanización de un suelo rústico para levantar 6.387 casas
Dos promotores inmobiliarios, Real de Piasca y Luis del Río, están a punto de asegurarse un beneficio de al menos 157 millones de euros previa recalificación de unos terrenos rústicos en los que que el Ayuntamiento de Santander, donde gobierna con mayoría absoluta el PP, quiere levantar 6.387 viviendas. Así figura en el avance del nuevo Plan General que se aprobará previsiblemente a finales de mes en un pleno. Cuando Del Río y Real de Piasca compraron los terrenos, sin ninguna expectativa urbanística, eran de muchos pequeños propietarios.
"Los primeros terrenos los compramos a finales de 2001 a un millón de pesetas el carro ( unos 150 metros cuadrados). Los últimos, comprados este año, los hemos pagado a tres millones de pesetas. Cuando empezamos a comprar, los técnicos del Ayuntamiento advirtieron a nuestros técnicos de que aquello no iba a salir ya, pero nosotros ya nos lo habíamos planteado como una inversión a muy largo plazo", explica Francisco García, representante de Real de Piasca, la mayor propietaria de terrenos en la zona pendiente de recalificación, conocida como ámbito 7.
No compraron a su nombre. "Siempre contratamos a compradores locales, alguien de la zona que conoce a la gente y da más confianza a los vendedores. Al principio, le pedimos que no diera nuestro nombre, pero a todo el mundo se le dijo que nuestra intención era construir viviendas en el futuro", asegura García.
La persona a la que Real de Piasca encarga comprar los terrenos del ámbito 7 es José del Río Diestro, natural de la zona, hombre "de confianza" para los vecinos, abogado urbanista y redactor del proyecto técnico para la construcción del Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (PCTCAN), que se ubicará justo en frente de los terrenos que su padre está comprando para Real de Piasca y su tío, Luis del Río, para él mismo. Muchos de los contratos privados de compra-venta de Real de Piasca se firman en el despacho del abogado.
El proyecto del parque tecnológico incluye un espectacular puente de cuatro carriles que une el parque con las grandes extensiones de pradera, todavía sin expectativas urbanísticas, que ya han empezado a comprar dos promotores con una misma corazonada. "No sé por qué se construye el puente. Quizá porque en el proyecto interviene uno de los mejores arquitectos de puentes, José Ramón Sáiz Fouz. Es una obra paradigmática", afirma del Río Miera. "El puente sustituye a otro puente", apostilló en una llamada telefónica posterior.
El Parque Tecnológico había sido promovido durante la anterior legislatura, cuando gobernaban el PP y PRC con la alcaldía y la concejalía de urbanismo de Santander también en manos de los populares. El parque es un Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR), una figura que permite a las comunidades autónomas impulsar directamente un plan urbanístico agilizando mucho los trámites -en cinco meses tramita lo que a un ayuntamiento puede llevarle varios años- y que la Ley de suelo sólo contempla para viviendas de protección oficial, polígonos industriales o grandes equipamientos. "Sican -Suelo Industrial de Cantabria, una sociedad de capital público- me pide que participe en el proyecto en julio de 2002. Antes de eso, yo no tenía idea de que allí se fuera a construir. Me llaman porque ya estaba participando en el proyecto del Parque Empresarial de Besaya, que fue el primer PSIR de Cantabria y porque me consideran la persona más adecuada para adquirir los terrenos donde va el parque, ya que soy de la zona", asegura.
Desde ese momento, el abogado desarrolla una labor triple: asiste legalmente en el proyecto, compra los terrenos donde irá el parque y también los de enfrente para Real de Piasca. También su tío, Luis del Río, sigue comprando, sin saber, asegura, que su sobrino es redactor del proyecto del Parque Tecnológico: "No sé lo que hace mi sobrino. No le necesito para saber dónde comprar. Yo compro terreno barato donde puedo y donde creo que tengo una oportunidad para ganar dinero. ¿Pero cómo no se iban a recalificar esos terrenos?".
Es Víctor Gil, primo político del abogado José del Río Miera, con el que trabaja en el proyecto del parque empresarial de Besaya y concejal de Urbanismo del ayuntamiento de Santander quien en febrero de 2003 solicita una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Santander (PGOU) para recalificar los terrenos que Real de Piasca y Luis del Río han estado comprando. Gil recomienda una densidad de 59 viviendas por hectárea y un máximo de 5.000, de las que 1.250 serían de protección oficial. Cuando en junio de 2005 se publica el avance del nuevo PGOU de Santander, la densidad de viviendas por hectárea sube hasta 70 (el máximo). 6.387 en total, de las que el 45% serán de protección oficial. El avance del PGOU también adscribe al ámbito 7, como sistemas generales, terrenos que estaban protegidos por el Plan de Ordenación del Litoral y no eran urbanizables. Cuando se publica el avance, parte de esos terrenos están en manos de Real de Piasca. La promotora, de nuevo, ha comprado antes a pesar de que excluían cualquier posibilidad inmobiliaria por estar protegidos. "Compramos porque los vendían en paquetes con otros terrenos rústicos", afirma García.
El representante de Real de Piasca asegura que acudieron al Ayuntamiento a preguntar "qué intenciones tenían" y para informar de sus intereses en la zona, cuando vieron el primer plan de viviendas en 2003 y el avance en 2005. Sin embargo, tanto el concejal de urbanismo como el alcalde, Gonzalo Piñeiro, aseguraron a este periódico no conocer a los propietarios de los terrenos donde prevén construir las casas.
El avance del Plan General podría aprobarse inicialmente en un pleno a finales de mes.
Declive demográfico
El alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, y el concejal de Urbanismo, Víctor Gil, explicaron a este periódico que el ámbito 7 se recalifica porque es la zona de crecimiento natural de la ciudad y porque hacen falta viviendas de protección oficial.
Pero Santander es, según el Plan de Ordenación del Litoral de Cantabria (POL) de 2004, una ciudad que pierde población en lugar de ganarla -en 1991 tenía casi 13.000 habitantes más que en ahora- y si hay una gran necesidad de viviendas de protección oficial en Santander, ¿Por qué no dedica el cien por cien de la zona, en lugar del 40%, a viviendas protegidas?
Por otro lado, cuando se publica el avance de la revisión del Plan General de Santander, el grado de ejecución del PGOU todavía en vigor, el de 1997, es de algo más de un 20%, de acuerdo a la escasa lista de acuerdos para el desarrollo de áreas específicas o suelos urbanizables publicados en el Boletín Oficial de Cantabria.
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