La apertura del metro las noches de fin de semana se descartó en sólo cuatro reuniones

Con las calles colapsadas de coches y peatones, los taxis que no dan abasto y los autobuses llenos, muchos ciudadanos se preguntan por qué el metro no abre 24 horas, al menos en fin de semana. Esperanza Aguirre lo prometió en campaña, pero renunció a ello hace un año alegando que los sindicatos se oponían. Dirigentes sindicales aseguran que la Comunidad zanjó el asunto "en cuatro reuniones", y que su única exigencia es que la policía -y no vigilantes privados- patrullase los andenes. La Comunidad replica que se lo pidió a la Delegación del Gobierno y ésta respondió que no disponía de agentes.

La apertura del metro las noches de fin de semana fue una promesa del anterior presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que fracasó estrepitosamente -él pretendía sólo alargar la hora de cierre, y los sindicatos tumbaron la propuesta en los tribunales-. Esperanza Aguirre incluyó la medida en su programa electoral, y seis meses después de tomar posesión del cargo lo dio prácticamente por conseguido: el Consorcio Regional de Transportes anunció en mayo de 2004 la inminente puesta en marcha de una "experiencia piloto", con un coste de cinco millones, para abrir la línea 6 y parte de la 1 y la 4 las noches de viernes y sábados.

Esa experiencia nunca se puso en marcha, y a principios de este año la entonces consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal, renunció a abrir el metro las 24 horas. Anunció en su lugar una red de buhometros: autobuses que reproducen en superficie las líneas del suburbano. ¿Qué pasó entre ambos anuncios contradictorios? Que la Comunidad de Madrid intentó negociar la medida con los sindicatos, y también fracasó.

Ahora, en las primeras navidades después de aquel fracaso, cuando más necesaria se hace la apertura del metro por la noche, la consejería sostiene que sigue con "la espinita clavada" por no haber podido llevar a cabo la promesa electoral de Aguirre, y los sindicatos responden que ellos están dispuestos a volver a intentarlo. "La Comunidad saca este tema periódicamente, pero en su día no mostró interés por alcanzar un acuerdo. No hubo negociación, todo quedó encallado en cómo garantizar la seguridad a esas horas", afirma Ignacio Arribas, representante de CC OO.

Agresiones a vigilantes

Arribas asegura que la cosa se despachó en "tres o cuatro reuniones" con Transportes. Una portavoz de este departamento admitió que hubo "dos reuniones con el primer consejero, Francisco Granados, y otras dos con la segunda, María Dolores de Cospedal", pero subrayó que también se habló del tema en "otras seis reuniones del Consorcio Regional de Transportes, una con cada uno de los sindicatos". "Las reuniones del consorcio no sirven, de la apertura del metro se habla en Metro y con los sindicatos de Metro, no fuera. Ni siquiera nos informaron de esas reuniones", replican en CC OO.

Todas las partes coinciden en señalar la piedra de toque de esa fallida negociación: la seguridad. Según UGT, este año se han producido 187 agresiones a vigilantes privados y 23 a empleados de Metro. Los trabajadores del suburbano -unos 6.000 en total- temen que en horario nocturno y en fin de semana la cosa se pondría peor. "En el metro no se puede entrar borracho, está prohibido, y los vigilantes jurados no darían abasto. Se necesita a la policía porque también hay peligro de que haya empujones a la vía", advierte Fernando Andrés Chicharro, de UGT. Aunque se reforzase la vigilancia, este sindicato sigue prefiriendo como transporte público nocturno el autobús. "Es más barato y menos peligroso. En algunas estaciones de metro, como Diego de León, hay unos pasillos poco recomendables", agregó Andrés Chicharro.

"El Gobierno regional nos decía que pondría más vigilantes de seguridad, pero nosotros queremos policía; la única que impone de verdad autoridad", agrega desde CC OO Arribas. Eloy Gómez, secretario general del Sindicato de Conductores de Metro, insiste: "Pedimos que los policías que patrullen en superficie bajen cada cierto rato al metro. Así, la gente que se metiera en el metro con ganas de pelea, después de una noche de copas, tendría la sensación de que en cualquier momento les pueden pillar".

Fuentes de la Consejería de Transportes señalaron que hubo reuniones con la Delegación del Gobierno en las que pidieron más policías para el metro "tanto de día como de noche". "Pero contestaron que no disponían de efectivos". Un portavoz de la Delegación, sin embargo, señaló que en dicho organismo no les constaba haber mantenido ninguna reunión para hablar de este asunto.

Transportes insiste en que las negociaciones no están zanjadas y que en la última reunión del Consorcio, celebrada hace una semana, se volvió a tratar el asunto. "La Comunidad sigue interesada en abrir el metro las 24 horas y tiene toda la voluntad por sacarlo adelante", afirman estas fuentes.

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