Kofi Annan califica de catastrófico un posible ataque contra Irán
El secretario general de la ONU pide que se aprenda del error de Irak
Naciones Unidas celebró ayer la fiesta de despedida de Kofi Annan tras una década como secretario general del organismo multilateral. Antes de los brindis, Annan mantuvo un último encuentro con la prensa acreditada en la ONU, durante el que pasó revista a su paso por la institución. Entre los mensajes que lanzó, pidió en concreto al Consejo de Seguridad que aprenda de la experiencia de la guerra de Irak en sus futuras acciones.
Annan realizó esta afirmación en respuesta a una pregunta sobre las ambiciones nucleares de Irán. El todavía secretario general de la ONU -hasta las doce de la noche del 31 de diciembre- advirtió de que una intervención militar contra el régimen de Teherán tendría consecuencias "desastrosas" y por eso defendió la vía de una solución negociada. Y recordó que el desarme y la no proliferación van unidas, en un llamamiento a las potencias atómicas de que no pueden exigir a otros países que renuncien a este arma mientras ellos modernizan sus arsenales. "Si argumentan que la necesitan para su propia defensa, no pueden decir luego a otros países que no las necesitan para el mismo propósito", dijo.
Mientras que Annan hablaba con los periodistas, los representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -EE UU, Reino Unido, Francia, Rusia y China- más Alemania discutían a puerta cerrada una resolución para imponer sanciones diplomáticas y económicas al régimen de Teherán, que se niega a suspender un programa nuclear que califica de pacífico. Las seis potencias pretenden cerrar un acuerdo en los próximos días, porque Moscú desea evitar que este problema caiga en sus manos cuando asuma la presidencia del Consejo en enero.
Kofi Annan confía en que el Consejo de Seguridad proceda con "precaución" y haga lo posible para obtener una "solución pacífica" de la crisis. Y de paso dejó claro que Irán debe respetar las obligaciones del Tratado de No Proliferación y las decisiones del Organismo Internacional de la Energía Atómica. También hizo un ferviente llamamiento para que la ONU no sea juzgada por el escándalo de corrupción en el programa humanitario Petróleo por Alimentos para Irak.
Atentado de Bagdad
Este episodio oscureció la recta final de su mandato y le afectó personalmente, ya que salpicó a su hijo y a varios colaboradores cercanos. Pero el secretario general saliente dijo que el peor momento de su mandato fue el de la guerra de Irak. "Hice todo lo que pude para evitarla", remachó. Y mencionó el atentado que sufrió la sede de la ONU en Bagdad en agosto de 2003, que costó la vida a 22 personas, incluida la de su amigo Sergio Vieira de Mello. El conflicto en Líbano y la crisis en Oriente Próximo también le inquietan.
La crisis en Darfur es el otro punto que queda abierto en su legado. Kofi Annan recordó al Gobierno sudanés que tiene la responsabilidad de proteger a todos los civiles y designó al ex ministro sueco de Exteriores Jan Eliasson como el nuevo enviado especial a la región. Un nombramiento que se hizo de común acuerdo con su sucesor, el surcoreano Ban Ki-Moon. Annan espera que la fuerza multinacional pueda despegarse pronto sobre el terreno mientras se trabaja en un acuerdo político.
Entre los logros alcanzados por la ONU durante sus 10 años de mandato, Annan citó los esfuerzos hechos en el ámbito del respeto de los Derechos Humanos, la lucha contra las desigualdades y los avances en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio contra la extrema pobreza, por no dejar el esfuerzo de coordinación de la ONU ante el desastre del tsunami en la Navidad de 2004.
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