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El transporte en Navidad

El Ayuntamiento invita a los taxis a no librar por la noche durante las navidades

Un sector del gremio anuncia paros nocturnos hasta el 9 de enero para boicotear la propuesta

Los taxistas de Madrid tienen permiso del Ayuntamiento -hasta el 7 de enero- para no hacer uso de sus días libres. En realidad sí tendrán que librar, pero sólo de seis de la mañana a diez de la noche. El municipio anuncia la propuesta tras las protestas por la falta de taxis durante las noches del último fin de semana y antes de las fiestas navideñas, cuando se prevé que la demanda nocturna se dispare. Aunque admite que no habrá forma de impedir que los taxistas empalmen varios días sin librar, el Ayuntamiento sostiene que "no hay riesgo". La asociación mayoritaria de los taxistas está encantada; la segunda en importancia, sin embargo, no sólo no suscribe la medida, sino que la boicoteará.

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En Madrid hay 15.546 taxis: suficientes para cubrir el día, pero insuficientes para responder a la demanda de las noches de fin de semana o los periodos festivos. Consciente de esa carencia, el Ayuntamiento anunció hace un mes un "incentivo económico" para que los taxistas se animasen a trabajar en horario nocturno: un incremento del 65% en la bajada de bandera para las noches de sábado y domingo. Y ayer adoptó otra medida: autorizar a los taxistas que lo deseen a librar sólo a medias de aquí al 7 de enero.

Según la normativa, cada taxista tiene derecho a librar un día entre semana y otro en fin de semana. Lo que ayer acordaron el concejal de Movilidad, Pedro Calvo, y el presidente de la mayoritaria Asociación Gremial del Taxi, Eladio Núñez, es que "los taxistas que quieran" puedan trabajar las noches de sus días libres. Ese permiso especial sólo estaría en vigor durante las fiestas navideñas, y serviría para sacar "unos 1.500 coches más a la calle" cada noche, según Núñez. Ahora son cerca de 8.000 taxistas los que trabajan los fines de semana en horario nocturno, de diez de la noche a seis de la mañana (y unos 5.000 el resto de noches).

Ni el Ayuntamiento ni la Gremial -la asociación mayoritaria- consideran que invitar a los conductores a trabajar sus noches libres suponga un riesgo para la seguridad vial, aunque ambas partes admiten que no habrá forma de controlar que un taxista que haya trabajado toda la noche de su libranza no siga conduciendo al día siguiente, acumulando horas de sueño. "Pero es que eso no sucederá porque los taxistas tienen sentido común y son seres humanos: nadie va a empalmar tantas horas seguidas", argumenta Núñez. Y añade: "Esta idea se ha pensado para los 5.000 taxis que trabajan a doble turno, es decir, con dos conductores distintos: ésos podrán organizarse ahora para trabajar día y noche en las jornadas de libranza".

"La decisión es voluntaria. A nadie se le obliga a trabajar y a nadie se le obliga a descansar. No existe riesgo porque los taxistas no son tontos", afirman en la Concejalía de Seguridad. Sus responsables sostienen que los taxistas "son sus propios patronos", a pesar de que el taxi es un servicio público regulado por ordenanza.

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Pero no todos los taxistas están de acuerdo con la medida. Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi, no ha suscrito el acuerdo y anuncia un boicot. "Vamos a pedir a nuestros afiliados, más de 5.000, que no respeten el acuerdo: que libren todo lo que tengan que librar. ¡Vamos a obsequiar al Ayuntamiento con unas navidades calientes!", adelantó muy enfadado a media tarde. Tres horas después, la federación anunció en un comunicado que, desde hoy y mientras el gobierno municipal no retire la medida, convoca a sus afiliados a no trabajar ningún día entre las diez de la noche y las cinco de la madrugada. Sus críticas son tres: que la medida se ha pactado sólo con la Gremial, que atenta contra el derecho laboral a la libranza y que "podría incumplir la normativa de seguridad".

Una noche del fin de semana salen de marcha por Madrid 700.000 personas, según la Asociación de Bares de Copas. Tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) como la Confederación de Consumidores y Usuarios (Cecu) rechazan que se anime a los taxistas a trabajar por la noche. "Hay que abrir el metro los fines de semana y que las paradas de taxis que hay en las calles realmente funcionen", apuntan desde la Cecu.

Sus quejas y denuncias en lectores.madrid@elpais.es

USUARIOS AFECTADOS POR LA FALTA DE TAXIS EN LAS NOCHES DEL PASADO FIN DE SEMANA

"Tardé hora y media en llegar a casa"

A las cuatro de la madrugada, con frío y cansancio después de pasar la noche de copas, a Mar Martín. vecina de Pozuelo de 42 años, le fue imposible encontrar un taxi en La Latina que la llevara a su casa. "Dejé el coche en casa porque quería beber, pero luego en La Latina no había taxis. No pasó ninguno, ni con la luz encendida ni apagada", explica esta diseñadora gráfica.

Su grupo, formado por amigas del trabajo, se dividió para buscar un autobús. Unas se fueron a Atocha y otras a Cibeles. "Yo decidí coger el autobús nocturno que hace el mismo recorrido que la línea 3 de metro (el buhometro) para ver si podía llegar hasta Moncloa", cuenta.

Pero a Mar aún le tocaba llegar hasta Pozuelo. Como en Moncloa tampoco había taxis, esta chica cogió otro buho. "Me dejó en Pozuelo, pero en la avenida de Europa. De ahí a mi casa hay otra media hora andando. Ya eran las cinco y media de la madrugada y hacía muchísimo frío". El sábado por la noche Mar volvió a salir, pero esta vez sacó el coche.

"La gente paraba los coches ocupados"

Celia Marco, de 25 años, y Jorge Maestre, de 32 tuvieron suerte: el sábado por la noche salieron de marcha y fueron de los pocos afortunados que consiguieron un taxi a las cinco de la madrugada. "Tuvimos que llamar al servicio de Teletaxi para que viniesen a buscarnos. No tardaron mucho, unos 10 minutos", recuerda ella.

Los dos estaban de fiesta en el norte de la ciudad, y viven en el distrito Centro, cerca de la plaza Mayor. En el taxi, Celia y Jorge atravesaron toda la ciudad de madrugada.Cuanto más avanzaban hacia el centro, más gente se encontraron con la mano alzada en mitad de la calle en busca de una luz verde encendida.

"Fue tremendo, la gente estaba desesperada, y se ponían en mitad de la calle. Paraban taxis aunque tuviesen la luz apagada. En la Puerta del Sol llegó un momento que un grupo de chicos abrió de repente la puerta de nuestro taxi y se nos metieron dentro porque querían ir a cualquier sitio. Les tuvimos que echar", concluyó Celia.

"El conductor me dijo que en el centro no se metía"

"Lo siento, pero yo por el centro de Madrid no me meto; el tráfico está horroroso", le soltó un taxista a Blanca Helga, que vive en Tetuán, el sábado pasado a las nueve y media de la noche. "Yo estaba en la calle de Bravo Murillo e iba cerca de la Puerta de Alcalá a una cena de Navidad con mis amigas. Hacía muchísimo frío y no había manera de encontrar un taxi, ni libre ni ocupado", cuenta esta chica de 35 años.

En más de media hora no pasó ni un taxi por Bravo Murillo, hasta que por fin paró uno que iba con la luz apagada. "El taxista me preguntó que adónde iba y me dijo rotundo que en el centro no se iba a meter, que el tráfico estaba imposible", explica esta chica.

Al final, Blanca convenció al taxista de que la Puerta de Alcalá no era tan problemática como Sol o Gran Vía y se subió al taxi. "Por el camino me contó que en Navidades hay muchos taxistas que no quieren trabajar por el centro de la capital y que prefieren moverse por otras zonas, como el aeropuerto de Barajas".

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