Las empresas de acuicultura gaditanas pierden 1,3 millones por los robos
Los hurtos se disparan con la cercanía de las fiestas navideñas
Los robos en los esteros tradicionales y en las empresas de acuicultura de la Bahía de Cádiz han producido pérdidas de alrededor de 1,3 millones de euros durante el año 2006. Los empresarios del sector advierten de que el incremento de estos hurtos en las últimas semanas ha puesto en peligro la continuidad de algunas de estos negocios en las localidades de San Fernando, Chiclana y Puerto Real.
El presidente de la asociación de empresas de acuicultura de Cádiz, Juan Manuel García de Loma, achaca el aumento de las sustracciones a la "relajación" de la vigilancia por parte de la Guardia Civil, la Policía Nacional y las Policías Locales. "En los primeros meses de este año vivimos una época más tranquila, porque la campaña de control intensiva que se había puesto en marcha daba resultados", explica el empresario, que se queja de que la vigilancia disminuyó "cuando pareció que se había controlado los hurtos".
Al incremento de los robos ha contribuido también la cercanía de las fiestas navideñas. "La demanda se dispara", asegura García de Loma, "por lo que las especies robadas son más fáciles de colocar en el mercado, ya sea en la venta directa o en los establecimientos de restauración, donde hay mucho movimiento estos días". Además, las fiestas coinciden con el momento en el que las especies alcanzan su tamaño máximo y alcanzan un precio mayor. El peligro para la supervivencia de las empresas radica en las grandes pérdidas económicas, pero también en la escasez de ejemplares reproductores, esenciales para la continuación de la actividad porque garantizan la existencia de alevines. La sustracción puede provocar el cierre de algunos negocios. Es lo que ha ocurrido en las últimas semanas, en las que se han registrado robos de ejemplares reproductores de doradas y lubinas que permanecían estabulados en los esteros.
Los productores acuícolas han solicitado a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz que refuerce la vigilancia en las zonas de producción. Piden también una mayor coordinación entre las administraciones locales y provinciales para controlar las carreteras, los posibles puntos de venta e incluso los restaurantes y bares. Juan Manuel García de Loma ha solicitado además "la colaboración de los consumidores, para que se informen de la procedencia del pescado que adquieren".
La acuicultura emplea actualmente en la Bahía de Cádiz alrededor de 300 personas. Además, supone otros 300 puestos de trabajo indirectos generados en industrias de hielo o de fabricación de cajas para el pescado.
Las denuncias por robos se han disparado en los últimos años. En 2003, la asociación de empresarios de acuicultura alertaba de que el volumen de saqueo provocaba pérdidas de unos 600.000 euros anuales, una cifra que se ha duplicado en sólo tres años.
Ya entonces los empresarios advertían de la existencia de grupos organizados dedicados a la extracción de grandes cantidades de pescado -sobre todo, doradas, lubinas, lenguados y almejas- en las granjas marinas. Los productos sustraídos suelen venderse a particulares o en pequeños restaurantes del entorno.
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