Marruecos espera que los islamistas ganen las elecciones de 2007
El ministro del Interior confirma un sondeo que otorga el 47% de los sufragios a la oposición
El Ministerio del Interior de Marruecos ha confirmado, con matices, el resultado de un sondeo encargado el año pasado por el Internacional Republican Institute estadounidense y que otorgaba una mayoría a los islamistas legales del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), en la oposición, en las elecciones legislativas de 2007. La encuesta atribuyó al PJD nada menos que el 47% de los sufragios. El ministro adjunto de Interior de Marruecos, Fuad Alí Himma, considerado como el brazo derecho del rey Mohamed VI, señaló en una reunión discreta que los islamistas podrían obtener al menos 120 de los 350 escaños de la Cámara baja, convirtiéndose así en la primera fuerza política.
Himma y el propio ministro de Interior, Chakib Benmoussa, convocaron a los líderes de los cinco partidos de la actual mayoría gubernamental el 4 de diciembre, la víspera de que el Parlamento aprobase una nueva ley electoral, proporcional en el marco de la circunscripción, que regirá las legislativas de 2007, según revela el semanario marroquí Le Journal que será puesto a la venta hoy sábado.
La legislación adoptada es desventajosa para el PJD. Si la ley electoral hubiese sido mayoritaria uninominal, los islamistas lograrían "al menos 120 diputados", advirtió Himma tras señalar que poseía datos que avalaban este pronóstico. En la actual Cámara de Representantes el PJD es, con 42 escaños, el tercer partido y la primera fuerza de oposición, pese a que sólo fue autorizado a presentarse en el 55% de las circunscripciones electorales.
El 40%, descontento
Himma explicó que un 40% de los marroquíes están "descontentos" y se inclinan por votar al PJD, aunque no compartan sus ideas religiosas. Señaló además que, más allá de sus simpatizantes, el partido de oposición posee una reserva de sufragios en las filas de Justicia y Caridad, el gran movimiento islamista ilegal pero tolerado. Teóricamente boicotea las elecciones, pero sus bases pueden estar tentadas de votar al PJD.
"Lo fundamental para el Estado es que ese partido no se sitúe en el primer plano electoral", concluyó Himma quien en otra reunión a puerta cerrada dio también a entender que el monarca deseaba la reconducción de la actual mayoría parlamentaria que aglutina a socialistas, ex comunistas, nacionalistas del Istiqlal y berberistas del Movimiento Popular.
Otro dato ilustra también el nerviosismo de las autoridades ante el auge del islamismo en Marruecos. Justicia y Caridad denunció esta semana, en su página de Internet, que 2.360 militantes, entre los que figuran 300 mujeres, han sido detenidos entre mayo y noviembre, y 578 procesados aunque sólo cinco permanecen aún detrás de los barrotes.
Aunque consigan formar gobierno, los islamistas marroquíes no ostentarán el poder ejecutivo. Éste está en manos del rey a quien el artículo 19 de la Constitución atribuye casi todos los poderes como jefe del Estado y Comendador de los Creyentes.
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