La policía detiene a una grapo, acusada de dos muertes en Vigo

La policía ha detenido en Sevilla a la presunta miembro de los GRAPO Esther González Llarraz, a punto de cumplir 30 años, a la que se la considera coautora, junto a Israel Torralba (arrestado en Bilbao en febrero), del robo de un furgón blindado en Vigo en el año 2000 que costó la vida a dos vigilantes de seguridad, tras colocar tres bombas al paso del vehículo y efectuar más de 90 disparos.

La supuesta miembro de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO), una organización terrorista en vías de extinción pero que jamás ha renunciado a la violencia (aún la considera legítima en su página web), fue arrestada en la mañana del jueves en la calle sevillana de Hermano Saturnino. En las cárceles de dicha ciudad se encuentra en mayor número de presos de la banda.

Esther González, nacida en Madrid el 31 de diciembre de 1976, tenía pendientes dos órdenes de detención e ingreso en prisión por su pertenencia a banda armada y por participación en actos terroristas.

La mayor acción en la que participó la ahora detenida es el asalto a un furgón blindado de la empresa Prosegur en Vigo, en mayo de 2000. En el robo, en el que los terroristas no consiguieron su objetivo (el blindado transportaba hacia Pontevedra 300 millones de pesetas), fallecieron los vigilantes Gonzalo Torres Lage, de 60 años, y Jesús Sobral, de 28 años, el primero de un disparo en la frente y el segundo, afectado por una de las tres explosiones (una de ellas de una bomba lapa) con la que los GRAPO pretendieron reventar el vehículo.

La policía identificó a una pareja de novios, formada por González Ilarraz y el integrante de los GRAPO Israel Torralba, como presuntos integrantes del comando de cuatro personas que asaltó el furgón, al tiempo que los relacionó con el atraco en mayo de 1999 de una sucursal de Caja Duero en Valladolid, en el que, tras secuestrar a un empleado, consiguieron un botín de once millones de pesetas.

González Ilarraz fue identificada igualmente como uno de los tres integrantes del comando de los GRAPO que en noviembre de 2001 huyeron a tiros tras robar 11 millones de pesetas de un furgón blindado en Maliaño, cerca de Santander. Meses antes, en febrero, fue también identificada como una de las dos mujeres que alquilaron, con documentación falsa, un piso franco abandonado que la banda había utilizado en Madrid y que fue descubierto tras la caída de la cúpula de la banda en París.