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Reportaje:

500 millones para el amor

El Gobierno iraní facilita préstamos sin interés para bodas de jóvenes

Ángeles Espinosa

"Apenas cubre un tercio de los gastos de boda, pero menos es nada", resumen a dúo Somayeh Amiri y Mohamed Ghasemi, respecto al préstamo para recién casados que han obtenido del Fondo para el Amor creado por el presidente Mahmud Ahmadineyad. Después de cinco años de novios, Somayeh y Mohamed, ambos de 25, firmaron el contrato de matrimonio (aghd) hace seis meses, aunque no se irán a vivir juntos hasta la primavera cuando hayan celebrado la fiesta de la boda propiamente dicha. Es lo que hacen muchos jóvenes iraníes para obtener el dinero a tiempo para la celebración.

"Antes ya existían ayudas para el autoempleo juvenil y la promoción de los jóvenes en zonas rurales, la innovación ha sido introducir préstamos para la boda y la primera vivienda", explica Hosseini Shobeiri, director del Fondo Imam Reza, popularmente conocido como Fondo para el Amor. "Hemos juntado el nuevo presupuesto a los fondos que ya teníamos para las dos primeras actividades y disponemos de seis billones de riales (unos 508 millones de euros)", añade el responsable.

Hasta el momento 200.000 parejas han solicitado esta ayuda, una promesa electoral de Ahmadineyad

Shobeiri se hizo cargo del proyecto hace cuatro meses y desde entonces el fondo ha respaldado los proyectos laborales de 15.000 jóvenes, con una media de 40 millones de riales (algo menos de 4.000 euros). Pero la avalancha se ha producido en el departamento de bodas. Hasta el momento, 200.000 parejas han solicitado uno de los préstamos para casarse. "Hemos aceptado 150.000", precisa Shobeiri, que no parece sorprendido por la elevada demanda.

La ayuda fue una de las promesas más populares de la campaña a la presidencia de Ahmadineyad. Casi tres décadas después de la Revolución Islámica, la prometida redistribución económica no se ha materializado y la mayoría de la población no se beneficia de los jugosos ingresos del petróleo. Muchas familias encuentran dificultades para los cuantiosos gastos que exigen las bodas iraníes (dotes, ajuar, celebración). La situación roza el drama personal para los jóvenes -el 70% de los iraníes tiene menos de 30 años- dado que las relaciones prematrimoniales están prohibidas.

En total, el fondo facilita un máximo de 20 millones de riales por matrimonio, 10 millones a cada uno de los novios. "Es muy poco", señala Somayeh, "sólo el maquillaje de novia el día de la boda puede alcanzar los 10 millones". Ella no piensa gastarse tanto, pero luego están los invitados. A la ceremonia del contrato de matrimonio acudieron 50 personas por parte de él y 120 por parte de ella. La tradición requiere que ese gasto lo pague el padre de la novia, pero el día de la celebración las dos familias tendrán que contribuir.

"Ya nos han ingresado el primer préstamo en el banco y ahora esperamos el segundo. Los trámites no son muy complicados, pero el problema es tener avalista", explica Mohamed. Tiene que ser un empleado del Gobierno. Afortunadamente, los padres de Somayeh son pensionistas del Ministerio de Educación, donde trabajaron hasta jubilarse, y han aceptado esa responsabilidad. Ahora los jóvenes tienen tres años para devolver el dinero, sin intereses. El 4% de gastos de gestión no cubre la inflación, estimada en un 20%.

Sin embargo, no todo el mundo está contento con el arreglo. "Me he sentido estafado", declara Reza, que contaba con la ayuda para casar a sus dos hijos mayores, una chica y un chico. "Me quedé de piedra cuando fuimos al banco y me pidieron una garantía", explica este empleado del hogar que votó a Ahmadineyad por este tipo de promesas. Shobeiri confirma que se pide un avalista tanto para los préstamos al matrimonio como para los de autoempleo.

"Hace falta una persona natural que garantice la devolución, dado que los fondos tienen que conservarse para ayudar a otros", justifica. Reza esperaba un donativo. "El presidente no habló de préstamos", concluye desilusionado.

El presidente Ahmadineyad dialoga con un grupo de estudiantes universitarios en Teherán.
El presidente Ahmadineyad dialoga con un grupo de estudiantes universitarios en Teherán.REUTERS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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