El Barça asombra en Japón
Liderados por Deco y Ronaldinho, los azulgrana golean a un inofensivo América y se jugarán el título ante el Internacional
Jugó el Barça a pedir de boca y el domingo disputará al Internacional de Porto Alegre el derecho a considerarse el mejor equipo del mundo. Al América de México no le quedó más remedio que aplaudir la exhibición de poderío azulgrana. Liderado por Deco, que participó en los cuatro goles, el Barcelona no acusó el efecto del jet lag y voló bajo la lluvia camino del único título que le falta en su historia. Del interés por la empresa quedó constancia en la alineación de la semifinal, puesto que Rijkaard apostó por el equipo que se considera titular, y más cuando se supo que Edmilson era baja por una gastroenteritis y Motta quedó como único medio centro.
Aunque no ha corregido del todo el desarreglo horario, el Barcelona se fue a por la victoria de buenas a primeras. Se trataba de acabar con el América cuanto antes, antes por lo menos de que el sueño acabara con las fuerzas propias. Si por norma el Barça busca el gol, ayer fue directo a la portería como pocas veces, con la línea defensiva más adelantada que nunca y Deco mucho más cerca del área rival que de costumbre, en funciones casi de trescuartista. Así, Iniesta mezcló muy bien con el portugués y entre los dos volantes evitaron, además, que el contrario pudiera tirar alguna contra, el arma más peligrosa de los mexicanos. Al Barça le llevó poco tiempo matar el partido.
AMÉRICA 0 - BARCELONA 4
América: Ochoa; Castro, Óscar Rokas, Ricardo Rojas, Davino; Argüello, Villa, Fabiano Pereira (Mendoza, m.74), Cuevas; Claudio López (Matías Vuoso, m.74) y Cabañas (Blanco, m.46).
Barcelona: Víctor Valdés; Zambrotta, Puyol, Márquez, Gio; Iniesta, Motta (Xavi, m.61), Deco; Giuly (Belletti, m.749, Gudjohnsen (Ezquerro, m.67) y Ronaldinho.
Goles: 0-1. M.11. Gudjohnsen cruza un servicio de Iniesta. 0-2. M.30. Márquez cabecea un córner botado por Deco. 0-3. M.65. Ronaldinho remata a la red un rechace del portero. 0-4. M. 85. Deco remata cruzado y con efecto desde fuera del área una dejada de Ronaldinho.
Árbitro: Óscar Ruiz. Colombia. Mostró la tarjeta amarilla a Fabiano Pereira y Claudio López.
Estadio Yokohama: unos 62.316 espectadores.
No hubo color. Tampoco en la grada. Frío y desapacible el ambiente, pues el partido se jugó bajo una persistente lluvia, el América nunca fue enemigo para el Barça por mucho que la primera llegada al área la protagonizara el Piojo López. Antiguo azote del Barça de Van Gaal, el argentino cayó ante Valdés después de un mal control y ni siquiera reclamó penalti. El Piojo sólo cogió una vez la espalda de los centrales. El Barça se cerró bien y no dejó que el América filtrara espacios para los desmarques de su delantero. Únicamente llegó a balón parado, y entonces Valdés estuvo otra vez muy firme.
Asegurada la defensa, Deco lideró el ataque en una actuación estupenda. El volante participó en los cuatro goles y de distinta manera: jugó de primera en el 0-1, un tanto sensacional iniciado con un saque de banda; lanzó el córner que Márquez cabeceó para el 0-2; sirvió el 3-0 a Ronaldinho y marcó el cuarto con un disparo impresionante desde fuera del área.
Tanto le convino al Barcelona cerrar el encuentro lo antes posible que, lejos de dejarse llevar por la tendencia de los últimos partidos, prefirió destrozar al rival antes que aburrirlo. Y lo consiguió. No hubo constancia del temido jet lag y el equipo jugó a una velocidad imposible para el América. Un ritmo muy festejado por la hinchada japonesa, que no echó en falta a Messi ni a Eto'o como temía. Los azulgrana, que acabaron jugando en la divisoria con los tres pequeños -así se les llama a Deco, Iniesta y Xavi- remataron nueve veces entre los tres palos, y anotaron cuatro goles y un disparo al larguero, señal de su voracidad y puntería.
A la constancia de Deco se sumó el intervencionismo de Ronaldinho, que se creció a medida que transcurría el encuentro y acabó por tener una actuación estelar, tanto por el gol como por una última jugada que evocó al mejor Maradona: eliminó a cuatro zagueros antes de que el travesaño escupiera su vaselina. Ronaldinho convirtió la defensa del América en un juguete para su entretenimiento después de que Deco abriera y cerrara el partido. Ya se sabe que cuando el gaucho se gusta es imparable. Jugó bien Ronaldinho, siempre a gusto en Japón, donde conquistó el Mundial con Brasil, y actuó a gran nivel todo el equipo: se juntaron los laterales con los centrales, trabajaron bien los medios y desequilibraron los delanteros. Presentadas las credenciales, al Barça le falta sólo un partido para alcanzar una Copa para la que es claro favorito por su juego.
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