Un testigo vio junto a la casa de Jenny Lara al acusado de matarla

Un testigo declaró ayer en el juicio contra el supuesto asesino de Jenny Lara y dos de sus hijos en Alzira el 30 de abril de 2004 y afirmó que vio al procesado, Ismael Pablo Rodríguez, en la calle, caminando a paso ligero, a menos de 20 metros del portal de la finca donde residían las víctimas pocos minutos después de que se iniciara el incendio que les causó la muerte. La defensa del acusado dio valor cero al testimonio.

En la sesión de ayer, la segunda del juicio y en la que el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Valencia dejó visto para sentencia el caso, comparecieron también policías nacionales que registraron la vivienda del acusado, agentes de la policía científica -expertos en incendios que realizaron el informe del caso Proof Spirit-, forenses psicológicos y trabajadores sociales de Alzira.

Los policías dijeron que el acusado mantuvo una actitud fría, que no se conmovió cuando supo de la muerte de su ex pareja y los niños. Los peritos de la Policía Científica aseguraron que el incendio se produjo "desde el exterior del piso hacia el interior", no al revés como insinúa el procesado para lanzar sospechas sobre un amigo de la víctima que aquella noche estaba en la casa y se salvó. Los trabajadores sociales explicaron que Jenny Lara repetía que su ex pareja no contribuía a las necesidades de los pequeños, que la víctima tenía varios trabajos a la vez. Y los forenses relataron que Rodríguez es un manipulador, con personalidad machista, y su índice de conducta violenta se sitúa en 34 puntos sobre 40.

Fiscal y demás de acusaciones mantuvieron sus peticiones de pena mínima de 64 años de cárcel. La defensa pidió la absolución, dijo que no hay prueba concluyente y que el único testigo que ha comparecido y ha dicho que vio aquella madrugada al acusado, lo sitúa en un lugar opuesto al que indicó otro vecino, que no ha acudido, lo que entiende anula el testimonio.