Los imanes de Cataluña reivindican una gran mezquita en Barcelona
Los musulmanes piden lugares de culto legales y "dignos"
Medio centenar de imanes catalanes, que se reunieron ayer en Barcelona, hicieron un llamamiento a que los oratorios musulmanes que se ubican en Cataluña sean "dignos". Lo que es lo mismo: que tengan el espacio suficiente para desarrollar sus funciones. Los imanes también pidieron que se pueda construir una mezquita de grandes dimensiones en Barcelona, similar a la que hay en Madrid en los alrededores de la M-30.
Una gran mezquita en Barcelona mejoraría las condiciones de la comunidad musulmana en Cataluña, aseguraron los imanes en un documento que elaboraron tras su reunión de ayer. El Consejo Islámico Cultural de Cataluña, un órgano que se fundó hace seis años y que agrupa a parte de los imanes catalanes, estima que hay unos 150 oratorios en Cataluña. La gran mayoría tienen muy pocos años de vida: en 1990 sólo había computados una docena.
La ciudad de Barcelona cuenta actualmente con 10 oratorios, según los datos oficiales del Ayuntamiento. Seis están situados en el distrito de Ciutat Vella. Los otros cuatro se ubican en Sant Martí, Sants-Montjuïc, Sant Andreu y Gràcia.
Estén en la ciudad de Barcelona, en el cinturón metropolitano o en el resto del país, los oratorios comparten los mismos problemas. El principal es que no tienen espacio suficiente para acoger a todos los fieles. En Badalona, el Ayuntamiento aprobó en julio una modificación en la ordenanza de edificación que fija condiciones restrictivas para abrir nuevos centros de culto. Entre ellas, que el aforo máximo de cada local sea de 70 personas.
Otro problema que comparten los oratorios catalanes es que, que en muchas ocasiones, no están registrados como tales. "Muchos constan como asociaciones culturales", indicó Jamal Elattouaki, coordinador del Consejo Islámico Cultural de Cataluña.
En la reunión, también participó un representante del arzobispado de Barcelona: su delegado económico, Antoni Matabosch. Tras ser preguntado por uno de los asistentes, Matabosch aseguró que la Iglesia católica catalana no descarta estudiar la cesión de algún espacio a la comunidad musulmana para que puedan celebrar sus oficios religiosos si así lo solicitan. Precisó no obstante que esta solución no sería generalizada, sino que se aplicaría en determinados casos.
La comunidad musulmana no utiliza los oratorios sólo para rezar y celebrar las fiestas del calendario islámico. Estos locales también acogen clases de lengua y cultura árabe para adultos y niños, reuniones cívicas y talleres. En ellos se ofrece también asesoramiento legal a inmigrantes.
Imanes mejor formados
La formación de los imanes es otro de los retos que tienen que afrontar los musulmanes en Cataluña, según concluyó ayer la asamblea. A diferencia de lo que ocurre con los párrocos en la tradición católica, en la religión musulmana los imanes no ocupan ningún cargo jerárquico: son contratados por la comunidad con el propósito de dirigir las oraciones y representar a la comunidad, aunque el sueldo que reciben es más bien escaso.
"Hay que potenciar la formación de los imanes para que sepan mediar entre la comunidad musulmana y el resto de la sociedad", indicó Elattouaki. Para lograrlo, el Consejo Islámico Cultural de Cataluña lleva algunos años impartiendo clases de lengua y cultura catalanas a un grupo de imanes.
El encuentro de ayer finalizó con un llamamiento de los imanes a toda la comunidad musulmana que reside en Cataluña a "conocer el idioma, la historia, la cultura y la civilización" catalanas. "Esta participación también nos la recomienda el islam", precisaron.
Los imanes también instaron a los creyentes a "dialogar" de manera "abierta y continuada" con todos los ciudadanos, con el propósito de "facilitar la buena convivencia". "Hacemos un llamamiento a todos los musulmanes a ser benevolentes, tanto con los simpatizantes del islam como con los críticos, porque el perdón y la tolerancia son valores básicos de la educación en el islam", concluyeron.
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