Una asociación estratégica

Después de tres décadas de relaciones, América Latina y la Unión Europea han decidido fraguar una "asociación estratégica" para promover la democracia, la cohesión social y el desarrollo económico. Sin embargo, las relaciones se han estancado debido a que ambas regiones se ven afectadas por los cambios que ha inducido el 11-S en la agenda internacional, y están inmersas en el proceso de revisión de sus modelos de integración.

América Latina parece perder peso como socio de una Unión Europea que afronta las exigencias de la ampliación y la política de vecindad, la crisis constitucional y las dificultades para mantener el "modelo" económico y social europeo. Latinoamérica atraviesa un periodo de cambios políticos y económicos, de crisis de sus organizaciones de integración, aparecen nuevos liderazgos y se debate entre la vinculación más estrecha con Estados Unidos o el nuevo proyecto de la Comunidad Suramericana de Naciones.

En este escenario, ¿qué papel puede cumplir la relación birregional entre la Unión Europea y Latinoamérica? ¿Son válidas las estrategias trazadas desde hace años? Este libro trata de responder a estas preguntas a partir de reflexiones y propuestas de más de veinte analistas de ambas regiones, que examinan el estado de esas relaciones considerando las percepciones y expectativas de los actores involucrados, tanto oficiales como de la sociedad civil. A partir de ello, el libro identifica las limitaciones y obstáculos de la relación euro-latinoamericana, pero también propone una estrategia ambiciosa y al mismo tiempo pragmática, para que la "asociación estratégica" reciba un nuevo impulso y haga una contribución relevante a las metas comunes de democracia, vigencia de los derechos humanos, lucha contra la pobreza, y paz y seguridad internacional que comparten ambas regiones.

Pero no hay que olvidar que esta obra es el resultado de un estudio encargado por la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea. Ante la IV cumbre birregional que se ha celebrado durante el pasado mes de mayo, en Viena, la comisión creyó conveniente poder contar con un análisis independiente de las relaciones birregionales, que incluyera propuestas viables, que pudieran ser útiles en las reflaciones comunitarias, tanto internamente como con los Estados miembros y con los países latinoamericanos.

Así, entre todo un rosario de recomendaciones, apuntes, esbozos e insinuaciones, los autores señalan que la firma de acuerdos de asociación con Mercosur y con los países centroamericanos y andinos sigue siendo un objetivo relevante para la UE, aunque en este último caso sea necesario evaluar las posibilidades de este acuerdo y, de ser necesario, proceder a un ajuste de percepciones y demandas en lo referido a la "evaluación conjunta" que se ha estado realizando a lo largo de 2005 y 2006.

Y es que, como reconoce la propia Comisión Europea, es importante prestar atención a los cambios que se están produciendo en el mapa de la integración regional, en particular en lo referido a la convergencia de la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur, la propia ampliación del Mercosur, y la conformación de la Comunidad Suramericana de Naciones.

También parece llegado el momento para iniciar el proceso de institucionalización de las cumbres Europa-América Latina mediante la creación de una secretaría pro-témpore u otro mecanismo que tenga el objetivo de garantizar una mayor continuidad y eficacia en el desarrollo de los acuerdos alcanzados.

Todos estos elementos parecen indicar, resumen los autores, el inicio de un nuevo ciclo en las relaciones birregionales, que sirvan los objetivos comunes de desarrollo, cohesión social, gobernanza democrática, y permitan responder a los desafíos de la globalización a través de un multilateralismo eficaz.