Israel trata de justificar con fotos los bombardeos en la guerra de Líbano

Los militares israelíes, acusados de violar el derecho internacional en su guerra contra Hezbolá el verano pasado, han decidido responder a las críticas. Han difundido fotografías, imágenes de vídeo e interrogatorios a prisioneros de Hezbolá para apoyar su afirmación de que los milicianos chiíes disparaban sistemáticamente desde barrios civiles del sur de Líbano y se refugiaban en estos distritos para protegerse de los ataques israelíes.

Según la versión libanesa y asociaciones de defensa de los derechos humanos, el Ejército hebreo cometió crímenes de guerra durante los 34 días del conflicto de los pasados julio y agosto y atacó zonas pobladas por no combatientes. Estas fuentes afirman que la mayor parte de los 1.000 libaneses muertos en la guerra eran civiles. Israel asegura, al contrario, que siempre intentó evitar matar a civiles, aunque la estrategia de Hezbolá, que disparó desde zonas pobladas por civiles, convirtió estas áreas en objetivos legítimos.

En un nuevo informe, adelantado al diario The New York Times por el Congreso Judío Americano, Israel afirma que Hezbolá guardó armas en mezquitas, combatió desde escuelas vacías, enseñó banderas blancas mientras transportaba misiles y lanzó cohetes desde lugares cercanos a puestos de la ONU. El documento fue preparado por el Centro de Estudios Especiales, un grupo de investigación privado dirigido por Reuven Erlich, un coronel retirado que trabajó por los servicios de inteligencia militar israelíes.

El informe incluye vídeos de la aviación israelí en los que se pueden ver varios ejemplos de milicianos chiíes disparando cohetes desde barrios residenciales antes de ser bombardeados por Israel. "Esta investigación muestra el dilema al que se enfrentan los militares israelíes cuando combaten contra un enemigo que actúa intencionalmente desde zonas pobladas por civiles", dice Erlich. En estos casos, Israel debe elegir entre atacar y correr el riesgo de causar víctimas civiles, o abstenerse de disparar, dice el documento.

Elias Hanna, un general libanés en reserva, reconoce que Hezbolá se mezcla con la población civil: "En el sur de Líbano no puedes separar la sociedad de Hezbolá, porque Hezbolá es la sociedad y la sociedad es Hezbolá. Hezbolá preserva la unidad de la sociedad mediante sus servicios políticos, militares y económicos".

Derechos humanos

Varios grupos de defensa de los derechos humanos se han mostrado muy críticos con la actitud de Israel en la guerra. La ONG Human Rights Watch asegura que tiene pruebas de la muerte de al menos 27 civiles que intentaban huir de las zonas de combates. Por su parte,Amnesty International afirma que "Israel nunca ha adoptado medidas preventivas eficaces" y que su Ejército "ha conducido ataques indiscriminados a gran escala".

El informe responde que "los ataques aéreos y terrestres contra objetivos de Hezbolá ubicados en centros de población han sido dirigidos acorde con el derecho internacional, que no otorga ninguna inmunidad a una organización que se esconde deliberadamente entre los civiles".

Asimismo, el documento recoge lo que presenta como interrogatorios a milicianos de Hezbolá, en los que los combatientes exponen en detalles su estrategia de mezclarse con la población civil y hablan de su entrenamiento en Irán.