El PP rechaza la ley de memoria y dice que rompe el pacto de concordia sobre el pasado

Por primera vez, el PP ha puesto negro sobre blanco su total oposición a la ley de la memoria histórica. La enmienda a la totalidad presentada ayer por el portavoz, Eduardo Zaplana, rechaza la ley por innecesaria, irrelevante y falsaria y, sobre todo, porque rompe el espíritu de concordia de la Transición, según el PP. Éstos son sus puntos básicos.

- Ruptura con la Transición. "Se disfraza de iniciativa de concordia lo que es en realidad un paso más en la estrategia de ruptura del pacto constitucional que este Gobierno está alentando desde el inicio de la legislatura. El pacto de 1978 promovió la concordia y la reconciliación entre los españoles sobre la base del acuerdo en que el pasado jamás sería utilizado como elemento de confrontación y como arma política. En este sentido, la mejor memoria es la Transición, que cerró una larga historia de divisiones y enfrentamientos entre españoles, y sobre todo cerró las heridas de la Guerra Civil y la Dictadura. La sociedad española de 2006 reclama la resolución de los problemas que hipotecan su futuro, y no reabrir viejas heridas superadas, máxime cuando un número cada vez mayor de españoles sólo ha conocido la democracia".

- Revisionismo. "El proyecto nace de un ambiente de revisionismo estimulado por el propio Gobierno sobre un pasado que los españoles habíamos dado ya por superado. La actitud del Gobierno en relación con el fomento de la mal llamada memoria histórica responde a una voluntad de manipular y tergiversar la Historia desde posiciones políticas interesadas. Este proyecto incumple la resolución del 20 de noviembre de 2002, que explicitaba la voluntad de que el pasado no fuera utilizado como arma política para no revivir viejos rencores, resucitar odios o alentar deseos de revancha".

- Innecesaria e irrelevante. "No hacía falta un proyecto de ley para ampliar, mejorar y completar los derechos económicos de las víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura. Es irrelevante porque introduce derechos sin contenido alguno, como el denominado derecho individual a la memoria personal y familiar de cada ciudadano, derecho que, por cierto, no se recoge en las principales declaraciones internacionales de derechos humanos, ni en la Constitución española".

- Inseguridad jurídica. "Asienta un grave principio de inseguridad jurídica, al reconocer a una comisión carente de carácter jurisdiccional la capacidad para juzgar actuaciones del pasado, ya prescritas o juzgadas. Por si fuera poco, dicha comisión habrá de argumentar, sin prueba contradictoria, qué conductas pretéritas fueron manifiestamente injustas".