Celebración antes del puente

Los planes para el largo puente festivo y la hora a la que fue convocado fueron motivos de comentario entre los invitados al tradicional acto oficial del Día de la Constitución, cuyo 28º aniversario se conmemora hoy, celebrado ayer en el palacio del Temple, sede de la Delegación del Gobierno en Valencia. ¿Te quedas o te vas?, preguntaban algunos asistentes, mientras otros se quejaban por la hora "intempestiva" -las 10 de la mañana- y por el largo plantón que sufrieron. Y es que, con cuatro discursos, el acto duró una hora, en que los invitados permanecieron de pie. Lo sufrió en carne propia el líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, que arrastra una lumbalgia y que nada más acabar los discursos abandonó el lugar, sin duda en busca de una silla. Peor lo tuvieron los periodistas, a los que se había pedido que acudieran con "al menos" 45 minutos de antelación, con lo que su plantón fue de dos horas.

Cerró el acto el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien aseguró que, gracias a la Constitución, España "vive los mejores años" de su historia, en la que nunca ha habido "una etapa de tanta prosperidad, fuerza y confianza como la de ahora". Le habían precedido en el uso de la palabra el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, y el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que reclamó "un gran acuerdo político y social" para llevar a cabo la reforma de la Constitución planteada por el Gobierno.

También intervino el profesor de Derecho Constitucional Manuel Martínez Sospedra, que recordó que uno de los pilares de la Carta Magna es el derecho a recibir información veraz, y a comunicarla. La veracidad, dijo, es exigible a los profesionales de los medios, pero sobre todo a "los actores de la vida pública", que impiden la correcta formación de la opinión popular si no difunden la verdad, por lo que invitó a esos actores a reflexionar si están "a la altura de lo que exige la Constitución y de lo que el pueblo tiene derecho a exigir".