La Gaspar y la Lleó Morera
En 1940, la Sala Gaspar decidió trasladarse al paseo de Gràcia dado que la zona de Consell de Cent, donde estuvo situada desde 1909, era entonces muy poco concurrida. Inició tratos con los herederos de Lleó Morera para alquilar los bajos de la célebre casa de Domènech i Montaner. Su intención era dejar los amplios y ornamentados ventanales y aprovechar la puerta de entrada que ya tenía el establecimiento de Audouard. Pero al final no hubo acuerdo ya que la propiedad se mostró recelosa de que se instalara allá el taller de marcos adjunto a la galería de arte. Finalmente, el local se alquiló a Loewe, que encargó a Raimon Duran Reynals la reforma que comportó que las cabezas de las damas modernistas del escultor Arnau que decoraban la fachada rodaran por el suelo del paseo de Gràcia. Las recogió el portero de la finca y llegaron a manos de Salvador Dalí, que las acogió con entusiasmo. Aún figuran en su Teatro Museo de Figueres.
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