Arte en busca de la identidad
Inés Medina presenta en Bilbao las 18 series que muestran su investigación a lo largo de 30 años de carrera
La artista Inés Medina (Cáceres, 1950) lleva casi 30 años volcada en la investigación de los aspectos formales de la pintura. Desde sus inicios en el expresionismo hasta la creación de imágenes digitales que surgen del ordenador, el camino recorrido ha sido largo e intenso. Ahora lo resume en la exposición Feminidad unificada, que se presenta en Bilbao ordenado en 18 series, muy diferentes entre sí en cuanto a su estilo, forma y técnica.
Medina, formada en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco (UPV), defiende que el conjunto de la exposición explica su proceso de creación, un "método análitico experimental". Las series reunidas reflejan que hasta mediados de los años 90 del siglo pasado transitó por el expresionismo y la abstracción geométrica. A partir de entonces, comenzó a trabajar en una abstracción más simbólica. Con la primera parte, dice la artista, educó su voluntad y sensibilidad perceptiva para enfrentarse en la segunda a resolver los problemas de la propia identidad y de la dignidad del ser femenino.
La artista defiende que la muestra refleja su proceso de creación
Medina fue una artista de vocación tardía. Sus primeras clases de dibujo, al estilo más tradicional, no las recibió hasta los 24 años en el Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao, cuando se hallaba embarazada de su segunda hija. Poco después, ingresó en Bellas Artes y comenzó a mostrar su obra al público. El crítico Xabier Sáenz de Gorbea asegura que Medina es "inasequible al desaliento", "una luchadora que sueña y una idealista que trabaja duro con la realidad", una artista que tiene "pasión y sentimiento" y que "no deja de hurgar en las emociones y, sin embargo, se esfuerza en el análisis racional de los medios plásticos y de la percepción de los mismos".
Hasta 1995, Medina realizó nueve series de pinturas entre Bilbao y Madrid. Es la etapa que ella denomina de "liberación emocional femenina". Abandonó el expresionismo de sus comienzos para empezar a invesigar la abstracción y el uso del color puro, antes de pintar una serie de imágenes relacionadas con el psicoanálisis, al que se sometió durante cerca de una década, o volver a la pintura geométrica. Desde hace 10 años, trabaja en Nueva York. Han sido los tiempos en los que ha desarrollado la "liberación mental femenina" y, desde 2002, la que califica como "liberación espiritual femenina".
La artista demuestra que, a lo largo de su carrera, se ha atrevido a manejar todas las técnicas convencionales del dibujo y la pintura. Los lápices, la acuarela, los pigmentos naturales, los acrílicos, el óleo o las tintas están presentes en sus obras. A partir de 1980, Medina comenzó a tantear las posibilidades de trabajar ante la pantalla del ordenador. El uso de las nuevas tecnologías ha ido variando a lo largo de su carrera. Unas series reflejan que la computadora era el instrumento de medida de los planos; en otras, muestra que el ordenador le ha servido para recrear formas orgánicas o para manipular a su antojo fotografías digitales.
Las exposiciones de Medina siempre han ido acompañadas de escritos que han recogido las reflexiones teóricas de la autora. En el catálogo de Feminidad unificada escribe un largo texto titulado El concepto de división plástica: Las 18 series del método analítico experimental, utilizado para la toma de conciencia de la unificación o percepción del ser.
Feminidad unificada. Inés Medina. Aula de Cultura de la BBK. Elcano, 20; Bilbao. Hasta el 16 de diciembre. Horarios: de lunes a sábado, de 10 a 13.30 y de 17.00 a 21.00; domingos y festivos, cerrado.
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