La trastienda del paraíso
Cuando, en 1985, España entra en la Comunidad Económica Europea, Mercedes Cebrián, nacida en 1971, iniciaba su adolescencia. Por ello, vivió, a distancia, el optimismo con que la España que siete años antes había dejado la dictadura contemplaba el fin del aislamiento internacional. Por tanto, el entonces llamado Mercado Común era símbolo de bienestar, de desarrollo, de democracia. Tenía algo de mito para quienes lo contemplaban desde fuera, de paraíso deseado. Mito y paraíso han sido, también, ingredientes de notable importancia de la poesía. En Mercado común, su primer libro de poemas (en el anterior, éstos convivían con los relatos), Mercedes Cebrián se acerca a esa realidad tanteando su trastienda. Los poemas arañan en las contradicciones del sistema, desafían las convenciones y las verdades establecidas y muestran la otra verdad: la que no se nos cuenta. La sutileza de algunas formas de racismo ("Ahora estamos listos / para adoptar a un niño de ocho años / nacido en Luxemburgo"), los aeropuertos de provincia ("de vuelos prescindibles"), las ciudades menos visibles (Soria, Segovia), el pequeño país ("Hay tendencia a burlarse / de las cosas pequeñas / y Andorra es una de esas cosas") o los objetos menos líricos de una educación sentimental conformista (el donut, el "sillón de papá", el cohete) son, entre otros elementos, el otro mercado. Esa vertiente crítica del libro no puede ocultar una dimensión intimista muy significativa. La intimidad es el territorio donde se desafía lo más inhumano e insolidario del "mercado común". De ahí que, a lo largo de los poemas, la autora cante a la hospitalidad de los espacios más cercanos, recurra al minimalismo ensalzando el valor de lo pequeño, haga uso de la memoria para identificarse con los antepasados y trate con irreverencia lo en apariencia intocable y sagrado. El antimito y el antiparaíso: ése es el peculiar mercado que sus poemas iluminan. Con ironía, con cierta deriva irracionalista, con inteligencia y con un lirismo que respira con fuerza en los intersticios de un lenguaje conversacional que nos habla de la realidad y, a la vez, de lo imprevisible e irreal ("De repente hay un volcán / en Soria y es una novedad y hay / habitantes, / porque nunca un volcán / sin habitantes cerca"), Mercedes Cebrián entrega al lector un alegato antiglobalización muy alejado del alegato: es poesía. Que atrae, que divierte. Que genera incertidumbre. Que incita al pensamiento. Una muestra obvia de la versatilidad y del vigor que, al día de hoy, mantiene la poesía crítica.
MERCADO COMÚN
Mercedes Cebrián
Caballo de Troya
Madrid, 2006
89 páginas. 9,90 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.