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Entrevista:CARMEN MARTÍNEZ AGUAYO | Viceconsejera de Economía y Hacienda

"La igualdad es un motor de la economía"

Tereixa Constenla

Ayer se clausuró en Sevilla una cumbre insólita: la primera conferencia sobre "presupuestos y género". Un encuentro que despertó tal interés -más de 6.000 solicitudes- que obligó a cambiar el lugar de celebración. La artífice de esta cita es Carmen Martínez Aguayo (Madrid, 1953), una licenciada en Medicina y Cirugía que dirigió el Insalud y el SAS antes de desembarcar en la Consejería de Economía y Hacienda en 2004. Desde entonces es la directora de orquesta de una peculiar comisión que se encarga de evaluar el impacto de género de los presupuestos andaluces para tratar de desterrar la desigualdad que siguen sufriendo las mujeres. Para dar ejemplo ha impulsado la creación de una guardería en Torre Triana, sede de varias consejerías, donde trabajan 1.600 personas.

Pregunta. Explique qué es un presupuesto con perspectiva de género.

Respuesta. Es un presupuesto que se hace expresamente responsable de detectar las desigualdades y eliminarlas, comprometido con el objetivo de que las desigualdades entre hombre y mujeres desparezcan. Parece sencillo pero tiene mucho fondo porque requiere aflorar lo que va a hombres y a mujeres. La población no es neutra, son hombres y mujeres. Y las políticas pueden tener efectos diferentes en unos y en otros.

P. ¿Es fruto de un empeño personal esta evaluación?

R. Para nada. Es fruto de un compromiso político. Andalucía ha sido pionera en políticas de igualdad desde hace mucho tiempo. La igualdad es un motor de la economía y nosotros creemos que forma parte de nuestro modelo de desarrollo económico. La igualdad es un requisito de toda la economía, del conjunto de recursos públicos, tenemos que dar este salto. La Consejería de Igualdad es muy importante, pero es una parte. Hay que poner todo al servicio de la igualdad.

P. Este segundo año ¿se lo han tomado más en serio los distintos departamentos?

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R. Hablamos de un cambio del modo de hacer muy en profundidad y los cambios llevan un tiempo. La igualdad está muy necesitada de este impulso y de datos que permitan el avance. Para elaborar el proceso de esta manera hay más de 600 personas implicadas de forma directa. El porcentaje de presupuesto metido ya en esta dinámica es el 67%.

P. Sorprende descubrir que los impuestos no son neutrales. La profesora Paloma de Villota afirma que el modelo de IRPF es discriminatorio para las mujeres. ¿Está de acuerdo?

R. Todo el presupuesto -ingresos y gastos- es susceptible de ser analizado desde esta clave, todo viene o va a personas y por tanto puede dividirse en hombres y mujeres. Paloma de Villota plantea una discusión muy importante sobre los incentivos para que la mujer se incorpore al mercado de trabajo y reflexiona sobre la tributación conjunta, que no es un estímulo para que eso ocurra. Cuando una tributación se hace conjunta, el sueldo de la mujer tributa al tipo máximo de la tributación del hombre, porque es un dinero que se suma al ingreso del varón. Con eso, la percepción de la mujer es que su sueldo vale para poco. Si además tiene que tener una serie de servicios, su percepción es que le compensa más quedarse en casa que ir a trabajar, hacer doble jornada y tener que pagar a alguien. Es un incentivo para que se quede en casa, sin darse cuenta de que si se separa no tiene derechos reconocidos, sólo los derivados del marido. Como se queda en casa tampoco se genera una presión social para que se abran guarderías o servicios para mayores, un sector económico que también genera ingresos. Hay que revisar eso, hay muchos desincentivos para que la mujer se incorpore al mercado de trabajo.

P. Dentro de sus competencias, ¿Andalucía puede incorporar medidas que corrijan esto?

R. Sí se puede. Está tramitándose en el Parlamento la ley de fiscalidad complementaria con el presupuesto que establece desgravaciones en el tramo autonómico del impuesto para familias monoparentales, que en un 80% están constituidas por mujeres. Hay otras para familias que tengan a su cargo una persona dependiente que requiera alguien trabajando en casa permanente que pueden desgravar hasta el 15% del pago de la Seguridad Social. Para que la mujer se incorpore al mercado de trabajo, lo fundamental es que tenga servicios que le hagan poder tener el trabajo y la familia atendida.

P. ¿Es más rentable una sociedad igualitaria o una machista?

R. Una sociedad igualitaria es de las más rentables y competitivas. Hay un estudio de la fundación que organiza el Foro de Davos sobre la clasificación de los países más competitivos del mundo, y sistemáticamente entre ellos están los nórdicos, que tienen niveles de bienestar social altísimo y mucha riqueza. El motivo es porque hace muchos años se dieron cuenta de que la política económica fundamental para desarrollarse es la de igualdad de oportunidades. Han hecho de esto su seña de identidad, han modificado su fiscalidad, han desarrollado un montón de servicios de apoyo a la familia. En Suecia no se concibe el trabajo de ama de casa. La mujer tiene que trabajar, pero necesita que la igualdad no sea igual a doble jornada o sentido de culpabilidad porque no puede cuidar a sus hijos. Necesita que el hombre cambie de mentalidad y servicios de apoyo.

P. ¿Y cómo vencer las inercias para que las mujeres accedan al poder en ámbitos privados como los consejos de administración?

R. Haciéndolo inaceptable porque es inaceptable, también económicamente. A mí me sorprende que salgan cada año 6.000 mujeres más que hombres de la universidad, bien formadas, y que no se incorporen al mercado de trabajo.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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