La industria maderera pide la gestión de los bosques privados para acabar con los incendios
El plan de los empresarios está basado en la rentabilidad del pino y el eucalipto
La industria maderera gallega tiene un plan para acabar con los 10.000 incendios que Galicia sufre cada verano. Es un plan de negocio. Consiste en cuadruplicar los 'bosques industriales', que ellos denominan "bien gestionados". Se trata de que la mayor parte de los árboles gallegos se planten y corten para ser transformados en tableros, muebles o papel. El proyecto fue presentado a la Xunta en el Club Financiero de Vigo, que se comprometió a estudiarlo.
Pasar de 400.000 hectáreas de bosque industrial a 1,5 millones de hectáreas. Esa es la nueva propuesta de gestión de los montes gallegos, auspiciada por Finsa y secundada por la mayor parte de las empresas madereras de Galicia. Se basa en que sean las propias empresas quienes consorcien la organización del bosque para aumentar su productividad. El proyecto fue presentado por el director general de Finsa, José Carballo, y propone cambiar la gestión de 1,1 millones de hectáreas de bosque de los 1,5 millones de hectáreas existentes.
El plan prevé plantar, en la mayoría del arbolado, pino y eucalipto por su mayor rentabilidad y su capacidad de generar empleo. ¿Cuánto costaría este cambio de gestión del bosque gallego? "Esto requiere de muchos recursos públicos. Pero no nos vale el modelo actual. La industria tenemos que poner nuestro plan encima de la mesa y que se tenga en cuenta", reveló el responsable de la mayor industria forestal gallega.
A juicio del Clúster de la Madera de Galicia los datos cantan. De los 7 millones de metros cúbicos de madera que Galicia produjo el año pasado, sólo 400.000 metros cúbicos corresponden a especies de frondosas (las denominadas maderas nobles). El resto, 6,5 millones de metros cúbicos, son pinos y eucaliptos.
"Carballo es muy crítico con la Xunta", responde Alberte Casal, director de Montes de la Xunta, "pero el problema no es de ahora". El responsable de la política forestal gallega acepta la negociación. "Soy partidario de cambiar el modo de funcionar", dice Casal, "pero siempre de acuerdo con los propietarios forestales".
Los responsables de Finsa y Ence sostienen que son los primeros perjudidados por los incendios, por eso lanzan la nueva fórmula forestal, una especie de granja industrial de árboles. "La producción de eucalipto caerá un 11,4% hasta el 2010 por culpa de los incendios del pasado verano", estima Adolfo Asuar, director forestal de Ence.
Adolfo Asuar Aydillo. Director forestal de Ence
El director forestal de Ence asegura que la instalación de una fábrica de papel tisú en Galicia es una excelente oportunidad de negocio. "El eucalipto gallego es el ideal para fabricar ese producto y el papel tisú aún tiene en España un recorrido enorme, desde los 10 kilogramos de consumo actual por persona hasta los 26 kilos que consume un estadounidense", analiza Adolfo Asuar. El tisú es el tipo de papel empleado en pañuelitos o toallitas de bebé. Asuar dice que Ence instalará su nueva fábrica "donde sea bueno para Galicia y donde sea bueno para Ence". Considera que la Xunta debe apostar por la potencia de sus cultivos de eucalipto. "Esta oportunidad Galicia no la puede ni la debe desaprovechar. El bosque gallego tiene más productividad que ningún otro", asegura el responsable de Ence.
Belén Varela Gestoso. Clúster de la Madera
La gerenta del Clúster de Empresas de la Madera de Galicia, Belén Varela, coincide en que hay que cambiar el modelo de gestión del monte para acabar con los incendios. Pero subraya que las empresas deben ser capaces de dar mayor valor añadido a la madera. "Generamos la mitad de la madera cortada de España y sólo representamos el 8% del mueble que se fabrica en el país", lamenta Portela.
Según los datos de la asociación empresarial, Galicia es muy potente en productos madereros de primera transformación, pero muy débil en los de mayor valor añadido. "La industria gallega produce el 30% de la pasta de papel española y un 39% de los tableros, pero sólo un 15% o un 20% de la segunda transformación", indica Belén Portela.
Alberte Blanco Casal. Director de Montes
El director general de Montes de la Xunta, Alberte Casal (BNG), sostiene que al Gobierno gallego "lo que se le debe exigir es una política forestal, no ser un policía". Casal precisa que la Xunta sólo gestiona directamente 300.000 hectáreas de los 1,4 millones de hectáreas arboladas de que disponen los montes gallegos. A su juicio, el problema no pasa por convertir todos los bosques en eucaliptales y pinares para la instrustria trituradora (las fábricas de tableros), si no "en aumentar las especies plantadas y en ir más allá de la primera transformación de la madera".
Respecto de los incendios, el responsable forestal de la Xunta recuerda que "la clave es saber quién y con qué motivo planta 10.000 fuegos al año durante los últimos 20 años".
José Carballo García. Director de Finsa
El director general Finsa, la mayor industria maderera gallega, José Carballo, subraya que la Comunidad dispone del clima y las condiciones idóneas para la plantación masiva de pinos y eucaliptos. "No más guerras de especies, por favor; el suelo gallego, en general, no es idóneo para plantar las denominadas especies nobles. No nos empeñemos en otra cosa", señala el responsable de el líder español en producción de tablero.
Como prueba de su argumentación, Carballo constata que la mayor parte de la industria de chapa fina (basada en árboles nobles) "está cerrando o deslocalizándose de Galicia, como es el caso de Losán, IG o la propia Finsa, porque la madera noble gallega no alcanza la calidad requerida por el mercado".
Enrique Valero Gutiérrez. Comité de Bosques UE
Enrique Valero Gutiérrez insta a la Xunta y a los madereros gallegos a que sigan el plan forestal europeo. "No es necesario inventar nada, hay que coger ese plan y aplicarlo en Galicia", recalca el investigador del Grupo AF4 de la Universidad de Vigo y miembro del comité consultivo de Bosques de la Comisión Europea.
"Lo más importante para rentabilizar el bosque gallego es lograr que se pague el valor económico del efecto sumidero del CO2, el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) contemplado en el Protocolo de Kioto", opina Valero. El investigador forestal informó que en 2008 se abrirá un período de negociaciones "y España debe presionar para que que los propietarios forestales gallegos cobren por absorber dióxido de carbono de la atmósfera".
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