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Un hombre mata a cuchilladas a su ex esposa en un pueblo de Sevilla

Damián Matito, de 48 años, mató supuestamente a su mujer, Concepción Pérez, de 43, la madrugada del domingo asestándole más de cinco puñaladas, una de ellas mortal de necesidad, según la Guardia Civil. Ella será enterrada esta tarde a las cinco en su pueblo, Almensilla (Sevilla). Él permanecía anoche detenido en la Comandancia de Montequinto. El matrimonio llevaba 11 meses separado. Matito tuvo una orden de alejamiento pero ya no estaba en vigor, según informó el Instituto Armado.

El individuo escogió un momento en que sus hijos, de 15 y 18 años, estaban fuera de casa para acercarse al domicilio de Concepción, entrar con una llave, abrir la puerta del dormitorio y acabar con su vida. "Llamó a los hijos por teléfono y se enteró que estaban en el centro del pueblo, en la casa del novio de la niña. Sabía que la madre les dejaba la llave escondida fuera de la casa y no tuvo más que cogerla. Los padres de Concepción viven en la parte de abajo y ella, con los chavales, en la de arriba", explicó Carlos Ufano, el alcalde de Almensilla.

El crimen se perpetró entre las doce y la una de la madrugada. La Guardia Civil localizó enseguida el vehículo en el que se dio a la fuga el presunto agresor y lo detuvo a pocos kilómetros, en Mairena del Aljarafe (Sevilla). Los agentes sacaron del maletero una soga y otros utensilios.

Un vecino, que había hablado con los padres de la víctima, aseguró que en el momento en que él llegó a la casa Concepción estaba hablando por teléfono con su nueva pareja. "Fue su novio el que alertó a la hija de que su madre estaba en peligro porque su padre había entrado en la vivienda", dijo. Cuando la joven llegó encontró a su madre muerta en el dormitorio.

"Se veía venir"

"Se veía venir. Él estaba obsesionado y se le oía decir que si no era para él no era para nadie. Hasta lloraba por ella", contó una vecina que acude con frecuencia al bar que regenta el agresor en la urbanización Santa Iglesia de Almensilla, localidad a unos 15 kilómetros de la capital.

Concepción residía en la misma zona con sus dos hijos. La última vez que se separaron fue en enero de este año, dijo Ufano. Ella había denunciado al menos en un par de ocasiones que él había intentado agredirla pero después de breves separaciones habían vuelto siempre a vivir juntos. "Hasta este año. Tanto el Instituto Andaluz de la Mujer como los servicios sociales del municipio hemos tratado de ayudarla. Ahora estaba muy ilusionada porque estaba trabajando en una residencia de mayores de Bormujos (Sevilla). Y parece ser que él no aceptaba esa situación", señaló el alcalde. La corporación local decretó ayer tres días de luto oficial.

"Estamos todos consternados. Parecía buena persona. Pero está claro que nos tenía engañados", manifestó Vicente, uno de los vecinos de la urbanización

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