Un atentado suicida en un hotel causa 15 muertos en Afganistán

Quince personas murieron ayer en un atentado suicida contra un hotel en el sur de Afganistán, mientras que los combates entre las fuerzas de la OTAN y los talibanes se han intensificado, provocando la muerte de 50 guerrilleros y de un soldado de la Alianza. Este recrudecimiento de la violencia se produce dos días antes de la apertura de la cumbre de la OTAN en Riga, que se centrará en el conflicto afgano.

En los últimos meses, la violencia se ha intensificado en Afganistán, un país que está viviendo sus combates más duros desde la caída de los talibanes, en noviembre del año 2001. Algunos analistas comienzan a hablar de la iraquización de Afganistán, y el atentado suicida contra el restaurante de un hotel situado en la ciudad de Orgún, en la provincia de Paktika, fronteriza con Pakistán, confirma que se está produciendo un cambio en las tácticas de los talibanes.

Los guerrilleros integristas afganos hasta hace pocos meses apenas realizaban ataques en núcleos urbanos, pero estos se han multiplicado en los últimos tiempos. El atentado iba destinado contra milicianos reclutados por el gobernador de Paktika, Mohamed Akram Jpelwak, pero que combatían junto a los soldados estadounidenses todavía presentes en la zona.

Según relataron fuentes locales, el terrorista suicida, que se encontraba sentado en una mesa, hizo estallar la carga explosiva que llevada adherida al cuerpo cuando el responsable de la ciudad, Mohamed Mobin, entró en el restaurante. Mobin resultó herido. Anoche ninguna fuente había podido confirmar si entre las víctimas mortales del atentado había civiles o sólo milicianos. "La mayoría de las víctimas son milicianos afganos que trabajaban para las fuerzas estadounidenses", señaló, sin mayores precisiones, un portavoz del Ministerio del Interior.

Soldado de la OTAN muerto

Este atentado se ha producido en medio de una nueva oleada de combates entre las tropas de la OTAN y guerrilleros talibanes en la provincia sureña de Uruzgan, una de las más conflictivas del país. "Los primeros datos indican que unos 50 insurgentes han muerto en los enfrentamientos, que desgraciadamente también han costado la vida a un soldado de la Alianza", señaló un portavoz de las fuerzas internacionales en Kabul, que no informó sobre la nacionalidad del militar.

La agencia Reuters recibió al menos diez llamadas de teléfono de personas que viven en la zona afectada por los combates, que indicaron que los bombardeos aliados habían provocado numerosas víctimas civiles.

La creciente violencia que afecta Afganistán ha ralentizado todavía más las labores de reconstrucción, ha aumentado el temor a que los talibanes reciban cada vez más apoyo tanto interior como exterior y ha reforzado la percepción de que el presidente pro occidental Hamid Karzai solo controla Kabul y sus alrededores. La Alianza Atlántica tiene actualmente desplegados, bajo el paraguas de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, en sus siglas en inglés) cerca de 30.000 soldados en Afganistán, de los que unos 700 son españoles, ubicados en el este del país.

La actividad de la insurgencia se ha cuadruplicado este año, con más de 600 ataques al mes por parte de los talibanes. El incremento en la violencia ha causado 3.700 muertes en lo que va de 2006, unos 1.000 de ellos civiles, según un reciente informe elaborado por la Asamblea Conjunta de Coordinación y Control, en el que participan representantes afganos, de los donantes internacionales y de la ONU.