Esquerra Unida exige la protección de la huerta tradicional de Alicante

Es el último palmo urbanizable de Alicante. Decenas de personas aprovecharon la mañana de ayer domingo para recorrer el espacio que aún resta sin urbanizar de la antigua huerta de Alicante, "un espacio con importantes valores ambientales y culturales que se encuentra amenazado por su posible urbanización", según explicó Miguel Ángel Pavón, de Esquerra Unida, que se refería especialmente a los 2 millones de metros cuadrados que conforman el sector Camino de Benimagrell-La Condomina, clasificado como suelo no urbanizable, pero que podría llegar a urbanizarse para albergar casi 6.000 nuevas viviendas. Dentro de esos 2 millones de metros cuadrados se encuentran 10 torres tradicionales de la Huerta, todas ellas declaradas Bienes de Interés Cultural, que aún están esperando a que se apruebe su plan especial de protección, que debería excluir de forma tajante la urbanización del entorno de las torres para evitar casos como los de las torres Ferrer, Placia, de las Águilas o Castillo, actualmente cercadas por viales y edificios residenciales y comerciales.

EU defiende "la protección de los valores ambientales y culturales de la huerta de Alicante mediante la figura de Parque Cultural" que debiera aplicarse a los terrenos del sector Camino de Benimagrell, La Condomina, al sector Pino y Ruaya que alberga varios edificios de interés patrimonial como: Casa del Pino, Casa Ruaya, Arco neomudéjar de Rumelia, pero sobre esta zona de 800.000 metros cuadrados se pretenden construir 1.800 viviendas, o a la finca Morote, una de las pocas fincas que aún mantienen el uso agrícola tradicional.