El Parc Central prevé un bloque comercial de 12 plantas junto a la Estació del Nord

El Parc Central de Valencia, una de las actuaciones estratégicas de la ciudad, prevé la construcción de un extenso edificio comercial de dos alturas, que en su parte meridional alcanzará las 12 plantas, junto a la actual Estació del Nord, inmueble modernista obra de Demetrio Ribes protegido como bien de interés cultural. Serán en conjunto 82.666 metros cuadrados de uso terciario compatible con el ferroviario. La maqueta del proyecto, que el Ayuntamiento exhibe estos días en la feria Urbe, revela algunos de los aspectos polémicos del plan, que incluye también cuatro rascacielos de 25 pisos.

La dirección general de Patrimonio ha dado el visto bueno al centro comercial

El soterramiento de las vías a la entrada de Valencia no dará lugar a un espacio público abierto al que pueda asomarse la espectacular galería metálica del edificio modernista de la Estació Central. El área comprendida entre la actual terminal ferroviaria de la calle de Xàtiva y el túnel que comunica las Grandes Vías estará ocupado por un extenso edificio comercial de dos plantas que en su parte sur llegará a las 12 alturas. Este complejo, cuyo diseño ha sido encargado al arquitecto gallego César Portela, se situará sobre la nueva Estació Central, subterránea, a la que está previsto que lleguen los convoyes del AVE.

El convenio entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento para la reordenación de la red ferroviaria, que ha dado pie al plan del Parc Central y de reforma del sector sur de la ciudad, autoriza una ampliación volumétrica de la estación "en los terrenos inmediatos al sur de la actual marquesina con destino a la construcción del nuevo vestíbulo y servicios ferroviarios de la estación soterrada" y establece una edificabilidad máxima de 82.666 metros cuadrados de techo para uso terciario compatible con el uso ferroviario. Eso quiere decir que en esa superficie, -para la que no se computan las plantas subterráneas de la futura estación, diseñada en principio con dos andenes de seis vías situados a diferentes alturas para los trenes de alta velocidad y para los ferrocarriles convencionales (de cercanías y regionales)-, podrán instalarse comercios, oficinas y establecimientos del sector servicios.

Ese gran complejo arquitectónico situado entre la Estació del Nord y el túnel de las Grandes Vías (que será sustituido por una amplia plaza atravesada por un denso tráfico), es descrito en el estudio informativo de la integración de la alta velocidad en la ciudad de Valencia de la siguiente manera: "El edificio principal se estructura mediante un paseo peatonal interior que recorre lateralmente la estación y permite el acceso y salida a los diversos espacios que la configuran. Este paseo interior, que estará dotado de galerías comerciales a varios niveles, se convierte en un elemento fundamental de estructuración de las circulaciones peatonales en el entorno urbano, ya que está situado en la prolongación del eje de la actual nave de la estación y contribuye a configurar junto con ella un recorrido peatonal desde la calle de Xàtiva hasta el futuro Parque Central".

La especificación de ese estudio informativo deja claro que desde la calle de Xàtiva a las Grandes Vías habrá un continuo de edificación y que, en realidad, el Parc Central no tendrá su arranque en el centro de Valencia sino en la zona situada al sur del túnel.

El hecho de que el edificio modernista de la Estació del Nord, proyectado por el arquitecto Demetrio Ribes en 1906, esté declarado bien de interés cultural no ha impedido que el director general de Patrimonio de la Generalitat, Manuel Muñoz, haya dado el visto bueno al centro comercial. La dirección general ha argumentado que está justificado porque forma parte de una actuación global "beneficiosa". Sólo ha puesto como condición que no se aumente la edificabilidad de la propia Estació del Nord, es decir, que no se construyan nuevas plantas en su interior. En todo caso, una vez aprobada la volumetría, el proyecto constructivo de la nueva Estació Central debe someterse a la aprobación de Patrimonio.

El plan del futuro Parc Central, que ha tardado 17 años en concretarse, ha levantado polémica, entre otras cosas, por el déficit de equipamientos que prevé en los 1,36 millones de metros cuadrados que abarca, así como por la construcción en su interior de cuatro rascacielos de 25 pisos, cuyas plusvalías hace valer la alcaldesa, Rita Barberá, para justificar la aportación municipal al proyecto.