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Un anciano mata en Castellón a su esposa, enferma irreversible

María Fabra

La Guardia Civil detuvo ayer en el municipio castellonense de Segorbe a un anciano de 88 años después de que acabara con la vida de su esposa, de 82 años, que se encontraba en un estado de insconciencia irreversible desde hacía más de seis meses. El hombre, que después de asestar las cuchilladas mortales se hirió en el abdomen, dejó una nota manuscrita en la que expresaba su intención de acabar con la vida de su mujer y la suya propia.

Las penosas circunstancias personales en las que se encontraban, el hecho de la convivencia diaria con quien había compartido más de 50 años de matrimonio, ahora en estado "vegetal", y el supuesto estorbo que suponía para sus hijos fueron los motivos que esgrimió en la misiva con el fin de justificar sus actos. Tras matar a su esposa -la víctima número 61 de la violencia de género en España en lo que va de año-, se asestó varias cuchilladas en el abdomen, que sólo le produjeron algunas heridas leves.

Poco después de las 8 de la mañana de ayer, la hija de ambos, tal como tenía por costumbre, entró en la vivienda a la que se habían trasladado desde una localidad vecina, precisamente por estar más cerca de sus hijos debido a su edad y a los problemas de salud que empezaban a aquejarles. Los padres y una de las hijas vivían en el primer piso de un edificio en la calle del Doctor Velázquez de la capital de la comarca del Alto Palancia. Cuando entró en la casa, encontró a su madre tendida, como hacía meses, y ensangrentada. Su padre estaba muy cerca del cadáver y presentaba algunas heridas y cierto estado de shock. También allí halló el cuchillo con el que se cometió el crimen.

Fue la propia hija la que dio el aviso a la Guardia Civil. Después de que el anciano fuera atendido, los agentes le condujeron a prestar declaración. Hoy pasará a disposición judicial. Mientras tanto, habrá pasado la noche bajo la custodia de los tres hijos de la pareja, dada su avanzada edad.

Larga enfermedad

Fuentes cercanas a la familia explicaron ayer que el matrimonio era vecino del municipio de Navajas, en la misma comarca del Alto Palancia. Una fractura de cadera supuso el inicio de las penalidades que acabaron llevando a la mujer a una larga enfermedad y a una situación irreversible. Tras la cadera, otra caída provocó lesiones en un brazo y, después, una embolia la dejó inconsciente. Durante un tiempo estuvo ingresada en el hospital comarcal de Sagunto.

Al entrar en este estado irreversible y dada la edad de la mujer, los médicos decidieron darle el alta hospitalaria con el fin de que pasara en su casa los que, según las mismas fuentes, creían que iban a ser los últimos días de su vida. Sin embargo, la fortaleza de su cuerpo prolongó su estado durante más de seis meses, hasta que ayer su esposo decidió acabar de forma drástica con su vida.

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