Holanda, atomizada
Las elecciones holandesas, convocadas anticipadamente para buscar una mayoría de gobierno más estable, han producido lo contrario, una atomización política que dificultará la constitución de una nueva coalición. Tras esta aparente fragmentación, hay, sin embargo, un amplio acuerdo social justamente sobre los temas que no se han tratado en la campaña, pues casi todos están de acuerdo sobre ellos: el endurecimiento de las condiciones para los inmigrantes, el alejamiento del modelo multicultural en favor de la integración y asimilación, un mayor autoritarismo en el país que fue un faro de permisividad, y el rechazo a la Constitución europea que los holandeses tumbaron en referéndum. En general, son malas noticias para el conjunto de la Unión Europea, provinientes de un país fundador.
Los democristianos del primer ministro Balkenende siguen siendo el primer partido, pero han perdido escaños y no les basta su alianza con los liberales. Si quieren gobernar, tendrán que integrar otros partidos después de que muchos ciudadanos se hayan decantado por formaciones pequeñas. De poco le sirvió a Balkenende prohibir tres días antes de los comicios que las mujeres musulmanas llevaran el burka en lugares públicos, medida que sólo afecta a unas decenas de ellas. Pero no deja de ser preocupante que las ideas restrictivas del lamentablemente asesinado Pym Fortuyn se hayan convertido ya en las dominantes. Su movimiento se ha desinflado, y en parte lo ha heredado el Partido por la Libertad, con nueve escaños, pero casi todos los partidos han hecho suyas sus ideas. El Gobierno saliente cayó a raíz de retirarle la ministra de Inmigración, Verdonk, conocida como Rita de Hierro
la nacionalidad holandesa a la entonces diputada Ayaan Hirsi Ali
de origen somalí.
En la izquierda, los laboristas han perdido terreno en favor del ganador moral de estas elecciones, Jan Marijnissen, cuyo Partido Socialista, muy centrado en la personalidad de su dirigente, ha pasado de 9 a 26 escaños, convirtiéndose en el tercero del país, con un programa social avanzado, pero también de restricciones a la inmigración. No deja de ser lamentable que, en medio de este debate sobre personas, sea en Holanda donde por primera vez en Europa haya ganado dos escaños un partido cuyo único fin es la defensa de los animales.
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