El célebre Cuarteto Cedrón lleva su tango poético al Auditorio de Barcelona
A finales de la década de 1960 el nombre del Cuarteto Cedrón se convirtió, por méritos propios, en uno de los máximos exponentes de la modernización del tango tendiendo un puente con el descubrimiento de la poesía argentina contemporánea. Casi cuatro décadas después, el nombre mantiene inalterable su significado y lo agranda a cada paso con nuevas producciones. La última, recién editada en España, se titula Elogio (Le Chant du Monde / Harmonia Mundi) y está construida sobre poemas inéditos de Homero Manzi.
Esta noche el Cuarteto Cedrón inicia en Barcelona una pequeña gira para presentar ese nuevo disco. Hoy (22.00 horas) actuará en el Auditori barcelonés.
El Cuarteto Cedrón se fundó en 1964. La voz y la guitarra de Juan Cedrón siguen al frente arropadas por la viola de otro de los fundadores, Miguel Praino. Con ellos están el que fuera contrabajista del grupo en la década de 1970, Jorge Sarraute, y el bandoneonista Facundo Torres. "Hacía más de 20 años que no tocábamos aquí", comenta Juan Cedrón. "¿Qué ha cambiado? ¡Las canas! Por lo demás, seguimos buscando las mismas cosas. Esencialmente trabajando sobre poesía que no fue escrita para ser cantada".
En ese aspecto Juan Cedrón ha colaborado a lo largo de su dilatada carrera con grandes poetas del calibre de Juan Gelman -con el que sigue trabajando-, Roberto Arlt, Julio Cortázar y Raúl González Tuñón, sin olvidar traducciones de Bertolt Brecht o poemas de Antonio Machado. "Ya no hay poetas que escriban canciones, como mínimo ya no los hay en el mundo del tango", prosigue Cedrón. "Por eso sigo buscando poesías abiertas que puedan ser cantadas sin cambiar su significado. Lo esencial es siempre la emoción, poemas que me enamoren. Tuñón decía siempre que el mundo está lleno de poesía que todavía no se ha escrito". Cedrón cree que una de las causas es la prepotencia de los nuevos medios de comunicación y difusión. "Cada vez se escriben más cosas pero se escuchan menos, se lee menos y se piensa menos. No hablamos, no nos comunicamos, no bailamos, no nos tocamos... Por esa razón, en los últimos años parecía que el tango se ponía de moda, porque el tango es esencialmente comunicación y la gente necesita tocarse, sentirse cerca. El problema de que el tango se ponga de moda es que después de las modas vienen las rebajas, los saldos".
Juan Cedrón se estableció en París en la década de 1970 y en la capital francesa ha producido la mayor parte de su obra. Hace dos años regresó a su Buenos Aires natal.
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