Golpe al narcotráfico en el este de Marruecos
Las fuerzas de seguridad marroquíes se incautan de 24 lanchas y 10 toneladas de hachís y detienen a cuatro 'narcos' en Nador
Después del oeste, el este. Las autoridades de Marruecos asestaron ayer el primer golpe de envergadura al narcotráfico en el noreste del país. Es allí dónde la droga mueve aún más dinero que en las ciudades de Tánger y Tetuán, en el noroeste del país. A las cinco de la madrugada de ayer unidades de la Gendarmería, la Policía, las Fuerzas Auxiliares (cuerpo parapolicial) y efectivos de los servicios de aduana y de Protección Civil se desplegaron a lo largo de Mar Chica, la laguna salada de 115 kilómetros cuadrados muy parecida al Mar Menor (Murcia) que baña la ciudad de Nador.
Mar Chica, cuyas aguas llegan hasta un kilómetro de Melilla, es, según la Guardia Civil, el punto de partida para "la casi totalidad de las embarcaciones utilizadas para las operaciones de tráfico de droga en las costas españolas" que tienen su origen en Marruecos. Allí tienen su base, según los vecinos de Nador, cerca de 200 embarcaciones semirígidas que transportan el hachís hasta la Península. En temporada alta zarpan tres o cuatro veces a la semana entre 30 y 40 planeadoras cuya carga oscila, en función de la distancia que van a recorrer, entre una y cinco toneladas de droga. La Guardia Civil logró echar el guante, el sábado, a la tripulación de una de estas planeadoras que se encontraba a la deriva cerca de la isla de Cabrera (Baleares), informa Andreu Manresa desde Palma de Mallorca.
Las 3.000 toneladas de hachís que Marruecos exporta a Europa pasan por España
La lucha contra el narcotráfico en Nador es más complicada que en Tánger y Tetuán
La potencia de sus cuatro o cinco motores de 250 caballos, comprados en España e introducidos ilegalmente en Marruecos, les permite alcanzar velocidades que superan los 130 kilómetros por hora por lo que, en circunstancias normales, resulta muy difícil darles el alto cuando navegan cargadas de fardos.
A las fuerzas de seguridad marroquíes les resultó ayer más fácil apresarlas. A esas horas estaban ancladas en la laguna. Las remolcaron hasta la costa. "Después vi que unas grúas subían las lanchas a unos camiones bajo la mirada atenta de los gendarmes", señala Lorenzo Manuel, un cooperante español que a esas horas recorrió los 14 kilómetros que separan la ciudad autónoma de Melilla de Nador.
Además de 24 planeadoras, cuyo coste con los motores ronda los 300.000 euros por unidad, policías y gendarmes marroquíes se incautaron de 10 toneladas de hachís listo para embarcar, cinco barcas, tres canoas, un vehículo ligero y miles de litros de gasolina, según informó la agencia de prensa de Marruecos (MAP). También fueron detenidos cuatro narcotraficantes. La mayoría de los narcos huyeron al enterarse del despliegue algunos hacia pueblos de las montañas del Rif y otros hacia Melilla. Pese al escaso número de delincuentes detenidos la agencia MAP calificó de "éxito" la operación.
"En Nador no se veían hoy coches de gran cilindrada", comentó divertido un vecino de la ciudad, de 126.000 habitantes, en alusión a los vehículos con los que se suelen desplazar por sus calles los jóvenes traficantes. Chakib al Khayari, que encabeza la Asociación Rifeña de Derechos Humanos, exhalaba ayer su alegría por lo sucedido. Lleva meses denunciando el auge del tráfico de droga y en octubre escribió una carta abierta el rey Mohamed VI en la que le instó a "intervenir urgentemente" como lo hizo meses atrás en las ciudades de Tánger y Tetuán.
Los narcos del norte Marruecos, primer exportador mundial de hachís, colocan en Europa cada año más de 3.000 toneladas de esta droga, cuyo valor comercial rebasa los 10.000 millones de euros. Supone la cuarta parte del Producto Interior Bruto (PIB) de Marruecos. El 27% de la superficie agrícola del Rif está dedicada, según Naciones Unidas, al cultivo del cáñamo del que se extrae en hachís. La droga entra en Europa a través de España y, excepcionalmente, a través de Francia.
La iniciativa de Al Khayari, silenciada por casi toda la prensa marroquí, apenas tuvo eco. "Pero cuando un medio extranjero importante cuenta lo que pasa aquí, las autoridades por fin reaccionan", afirmó ayer Al Khayari. "Así es Marruecos, los de fuera cuentan más que los de dentro", añadió. Bajo el título La flotilla de la droga zarpa de Nador, EL PAÍS publicó el domingo un amplio reportaje sobre Mar Chica, el dinero que genera la droga que desde allí se exporta y el peso de la banca de Nador -segunda ciudad en depósitos después de Casablanca- en el sistema financiero de Marruecos. La población de Casablanca ronda los cinco millones de habitantes y allí se concentra el 45% del PIB marroquí.
La nota difundida ayer por la agencia MAP asegura, no obstante, que la redada de ayer fue preparada "durante varias semanas". Una reunión de coordinación tuvo lugar el lunes por la mañana en la comisaría central de Nador con la participación de todas las fuerzas de seguridad implicadas.
"En mi opinión esto no es más que el principio de la ansiada limpia de esta zona que seguirá la pauta del noroeste", vaticinó eufórico Al Khayari. Tras la caída, en agosto, cerca de Ceuta, de Mohamed el Kharraz, un importante barón de la droga, una veintena de policías, gendarmes y militares cómplices han sido detenidos y procesados. Entre ellos figura incluso Abdelaziz Izzou que era el director de la seguridad de los palacios reales.
La lucha contra el narcotráfico en Nador no se llevará, probablemente, a cabo con el mismo ahínco que en Tánger y Tetuán por al menos tres razones. En noreste la complicidad de las fuerzas de seguridad está más generalizada. Un ejemplo: la boca de Mar Chica, por la que salen las lanchas al Mediterráneo, tiene tan sólo 120 metros y está custodiada de cerca o de lejos por las Fuerzas Auxiliares, la Gendarmería y la Marina Real marroquíes. "La gente sospecha que las instituciones están implicadas en las operaciones de tráfico y comercialización", escribió Al Khayari al soberano.
En segundo lugar, los bancos de Nador aglutinan unos 2.500 millones de euros de los que sólo el 10% se concede en créditos en la provincia y 2.000 millones salen fuera. Sirven a enjugar parcialmente el déficit de ciudades como Casablanca que se eleva a 4.000 millones de euros. "Si se actúa bruscamente el sistema financiero se podría tambalear", advierte un empresario local.
Por último, a diferencia de Tánger, dónde está despegando la economía real, la de Nador sigue estancada. Golpear con dureza al narcotráfico, del que viven directa o indirectamente decenas de miles de personas, puede arruinar a la ciudad.
Karim, un comerciante, contó, por ejemplo, a este corresponsal cómo podría comprar 10 kilos de hachís dárselos a un transportista y cobrar, dos semanas después, un 80% más de la cantidad pagada. "Todo eso sin ver la droga ni conocer al transportista porque todo reposa sobre la confianza", recordaba. "A veces salía mal y se perdía el dinero invertido porque los españoles apresaban la embarcación".
Los narcos del Rif se han globalizado y utilizan la banca española de Melilla e incluso de la Costa del Sol, para sus operaciones -la Operación Saco puso en 2005 al descubierto el blanqueo de 350 millones de euros en la ciudad autónoma-, pero también cumplen una función social. "Cuanta gente no tiene algo que agradecerles en Nador: que si un dinero para operar a una hija enferma, que si un préstamo para que el chaval estudie en una universidad en Europa", señala un vecino de la ciudad rifeña.
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