Penas hasta de 11 años de cárcel para el aparato de captación de ETA

La Audiencia Nacional condenó ayer a penas que oscilan entre los seis y los 11 años y medio de prisión a 13 integrantes o colaboradores de los aparatos de captación e información de ETA, los conocidos como arrantzas (pescadores) y pianistas, en el argot de la banda. Los nombres de los condenados y sus diferentes niveles de participación fueron descubiertos en los papeles incautados a los dirigentes etarras Juan Antonio Olarra, Otsagi; Ainhoa Múgica, Olga; Lorena Somoza, Pinpi, e Ibon Fernández Iradi, Susper, tras su detención en Francia. Otros cinco procesados han sido absueltos.

La sentencia dictada ayer por la Sección Cuarta de lo Penal, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Francisco Martel, destaca que el 16 de septiembre de 2002 fueron detenidos en Talance (Francia) los responsables del aparato militar de ETA Juan Antonio Olarra y Ainhoa Múgica, junto con otros militantes. En el domicilio que ocupaban en la localidad de Bergerac fue encontrada importante documentación referida al aparato de captación de ETA.

Posteriormente, sigue la sentencia, el 19 de diciembre de 2002 fueron detenidos el también responsable de ETA Ibon Fernández Iradi, Susper, y otros militantes, así como Lorena Somoza, Pinpi, responsable del aparato de captación. En el piso que ésta ocupaba en la localidad de Tarbes fue "intervenida numerosa documentación relacionada con listados de nombres o referencias de personas que realizaban labores de selección, contacto y reclutamiento de futuros activistas, así como de entrega de cartas para captación y para acumulación de información de posibles objetivos de ETA, siempre bajo las directrices de los responsables del llamado aparato militar de la organización terrorista".

Obtención de información

La sentencia declara probado que ese "aparato militar a su vez se divide en los sub-aparatos de captación y de información de ETA; el primero, denominado arrantzas (pescadores), tiene como principal cometido la distribución de cartas de captación entre las personas que reúnen el perfil idóneo para formar parte o coadyuvar en las actividades de la organización, con varias fases de reuniones y previos cambios de impresiones, en tanto que el segundo, formado por los denominados pianistas, tiene como principal cometido la obtención de datos sobre personas y bienes que puedan constituir futuros objetivos".

La red de captadores e informadores de ETA, siempre según la sentencia, se dividía por provincias. La mayoría realizaron informaciones sobre concejales del PSOE y el PP, miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad tanto del Estado como autonómicas y locales.