Bruselas da el visto bueno al nuevo trasvase Júcar-Vinalopó y aportará 120 millones

La Comisión Europea (CE) manifestó ayer su apoyo al nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó y anunció que incrementará su aportación a la obra de 80 a 120 millones de euros. El Ejecutivo comunitario adelantó su decisión, que será definitiva en diciembre, en la comisión de peticiones del Parlamento Europeo durante el debate de dos quejas sobre el trasvase. El respaldo de Bruselas al nuevo proyecto aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente llevó a los europarlamentarios a archivar las denuncias entre protestas de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó y la Generalitat.

Los usuarios del Vinalopó presentan otra queja para reabrir el expediente

El anuncio de la Comisión Europea supone un duro golpe a la posición de rechazo al nuevo trasvase de la Generalitat y la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, que ayer defendieron una vez más codo con codo el trazado original, modificado por el Gobierno en 2005 tras concluir que un cambio de la toma de agua garantizaría los recursos para Alicante, los regadíos del Júcar y la sostenibilidad del río.

El responsable para España de la dirección de Política Regional de la Comisión, Giorgios Peroulakis, destacó en la Eurocámara que el trazado revisado "limita los daños medioambientales del trasvase de agua al situar la toma en el estuario del río [en el Azud de la Marquesa] y no en la mitad de su curso [en Cortes de Pallás]". También mejora "la aceptación social del proyecto" y ayudará a regenerar los acuíferos, indicó el responsable de la Comisión, con lo que el proyecto respeta "plenamente los requisitos de la directiva marco del agua", indicó. Ya en los pasillos, el responsable de Política Regional añadió que la Comisión aumentará la financiación de los 80 millones de euros concedidos al primer trazado hasta 120 millones pedidos por el Gobierno socialista para el proyecto actual, cuya obra ya ha sido adjudicada. Bruselas financiará así en torno al 40% del trasvase. Peroulakis calculó que la aprobación definitiva del proyecto por parte de la Comisión Europea se producirá "antes de Navidad". La tramitación final del expediente del trasvase Júcar-Vinalopó se retomó ayer mismo, una vez que la Eurocámara archivó las quejas.

Ante el pronunciamiento favorable del Ejecutivo de la UE, el presidente del Comité de Peticiones propuso archivar las denuncias que pesaban sobre el trasvase, a lo que se opuso en nombre del grupo popular el eurodiputado Carlos Iturgaiz. Pero las declaraciones de Peroulakis, a pesar de las protestas del PP, la Junta Central de Usuarios y la Generalitat, fueron determinantes. Con seis votos a favor, cinco en contra y una abstención, la Eurocámara dio carpetazo al expediente.

Durante la sesión, por momento tensa, los europarlamentarios escucharon los argumentos de las dos posturas enfrentadas en torno al trasvase. Tanto el Gobierno como la Generalitat y la Junta Central movilizaron a sus respectivos apoyos de cara al debate, con lo que subrayaron la trascendencia de la sesión de ayer para el proyecto.

Graciela Ferrer, de la plataforma Xúquer Viu, destacó que con el cambio de trazado se ha alcanzado "un consenso generalizado" en la cuenca del Júcar y se logrará "una mejora sustancial" en la protección medioambiental del río. Ferrer intervino a favor del nuevo proyecto en representación de WWF-Adena, que presentó la queja en 2003 contra el anterior trasvase aprobado por el PP. Andrés Martínez, presidente de la Junta Central, que defendió una queja contra el Gobierno socialista, rechazó la toma desde la desembocadura del Júcar y aseguró que el agua del Azud de la Marquesa supondrá "veneno" para los cultivos. Para ilustrar una mala calidad del agua que los análisis de la Universidad de Alicante niegan, Martínez recurrió a una fotografía de peces muertos, según dijo, de "la zona" que cederá hasta 80 hectómetros cúbicos anuales.

La Generalitat, con el apoyo del PP, acusó al Ejecutivo socialista de falta de transparencia y de pretender frenar el desarrollo de Alicante. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, replicó que el trasvase modificado es una oportunidad única para dar agua al Vinalopó sin perjudicar al Júcar y asegurar la sostenibilidad en Alicante y Valencia. Su exposición contó con el respaldo de socialistas y los Verdes.

Con la intervención de la Comisión cundió el nerviosismo en la Junta Central. Martínez llegó a acusar al vicepresidente del comité de la Eurocámara, el socialista Michael Cashman, de dejarse "intoxicar". A pesar de que la votación dejó claro que el Parlamento Europeo no ve motivos para investigar más el trasvase, Martínez presentó una queja ayer mismo para que se reabra el expediente y otra contra el ministerio por supuesta denegación de documentos.