Gátova arrasa, por error, una pinada protegida en la Calderona

La descoordinación entre los técnicos forestales y los operarios municipales de Gátova ha provocado una nueva agresión en el Parque Natural de Sierra Calderona. Los brigadas municipales han arrasado una pinada protegida al realizar un cortafuegos sin un plano detallado de la zona. Los vecinos han denunciado los hechos ante la Guardia Civil. El alcalde, Leopoldo Romero, asume los hechos, que achaca "a un lamentable error".

Los trabajadores se adentraron unos 25 metros en una parcela de monte particular

La denuncia de la tala de la pinada (unos 150 árboles) protegida fue realizada por José Miguel Inglés, uno de los propietarios de esa zona de monte, según informó ayer el diario Las Provincias. Este propietario sorprendió a los operarios municipales en plena ejecución del cortafuegos, que incluía la tala de los pinos. El hombre preguntó a los trabajadores si sabían que la pinada estaba protegida y, además, que estaban dentro de una propiedad privada. Este propietario asegura que los operarios han destruido prácticamente unos 3.000 metros cuadrados de monte protegido.

Los trabajadores afirmaron que su trabajo respondía a las órdenes del responsable técnico forestal del Ayuntamiento de Gátova. Según las indicaciones del funcionario, debían realizar el cortafuegos [de 25 metros de ancho y 600 de largo] en esa zona concreta del monte, aunque no llevaban consigo los planos detallados del proyecto.

El propietario de la pinada denunció los hechos a la Guardia Civil. Los agentes ordenaron la paralización de los trabajos al observar la "ilegalidad" de los mismos.

El alcalde de la localidad también ha asumido la ilegalidad de la tala y ha precisado que "se trata de un error de cálculo". El regidor, no obstante, puntualiza que solo ha sido un vecino el que ha denunciado los hechos y, al mismo tiempo, subraya que el error de la brigada municipal también vino inducido porque los propietarios no "tienen debidamente señalizados los lindes de las correspondientes parcelas".

Leopoldo Romero minimiza los efectos de la tala: "Se trata de no más de 120 pinos, el resto son ramillas y matorral sin importancia económica. Nada que ver con los 3.000 metros cuadrados que afirma el único vecino que, de acuerdo al informe que hemos encargado, se ha visto afectado", asevera el regidor en declaraciones al mencionado rotativo valenciano.

El primer edil remarca que el error de los operarios vino propiciado por la ausencia de vallas de la distintas parcelas: "Al no estar valladas [las parcelas] los técnicos se adentraron unos 25 metros en la propiedad privada y al estar el monte tan poblado por esa zona no se dieron cuenta del error". El alcalde ha expresado su disposición a indemnizar al vecino afectado: "Le pagaremos los pinos a precio de mercado".

Por su parte, la Consejería de Territorio y Vivienda ha confirmado que los árboles talados corresponde a un franja perimetral de prevención de incendios de obligado cumplimiento, según la ley forestal, al limitar una urbanización de la zona con la masa forestal. El departamento que dirige Esteban González Pons dio el visto bueno a la ejecución del cortafuegos, aunque su realización material y comprobar si afecta o no a una zona privada es competencia del Ayuntamiento.