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La Caixa sacará a Bolsa su cartera industrial en 2007

La entidad mantendrá el control del 'holding' que cotizará

La Caixa dio ayer un revolcón -uno más- al modelo tradicional de caja de ahorros. La entidad, dueña del mayor grupo industrial en España, anunció que sacará a Bolsa "una parte sustancial" de su cartera de participadas, valorada a 30 de septiembre de 2006 en 21.400 millones. La caja mantendrá al menos un 51% del holding financiero, por lo que podría ingresar unos 8.000 millones. La salida a Bolsa será en 2007.

La Caixa agrupó sus participaciones industriales en Caixaholding en mayo de 2000. El valor de mercado estimado era ya entonces de 18.000 millones de euros, pero entonces descartaba la salida a Bolsa.

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Seis años después, la composición de la cartera ha ido cambiando gradualmente, y desde el acceso a la presidencia de Ricard Fornesa, en 2003, se ha producido una reordenación de las participaciones. La entidad ha reiterado una y otra vez que considera "estratégica" su presencia en pesos pesados de la Bolsa como Telefónica (5,1%), Gas Natural (35,5%), Aguas de Barcelona (Agbar, 23,1%), Repsol YPF (12,5%) y Abertis (23%).

Dicha clasificación sugiere que los servicios y las infraestructuras son sus feudos, aunque Fornesa ha advertido también que las participaciones "no son matrimonios católicos" que duren siempre. Las plusvalías latentes de sus participadas cotizadas, valoradas en el mercado en 18.023 millones, ascienden a 9.290 millones. La nueva filosofía, paralela a la voluntad de reforzar el negocio financiero y el asegurador, ha pasado por desinversiones voluminosas, superiores a los 3.000 millones en un año.

Muchas de estas ventas han sido participaciones en bancos, desde el Deutsche Bank hasta el brasileño Itaú, pasando por una histórica como la de Credit Andorrà. Pero la caja que dirige Isidre Fainé también se ha desprendido de sus paquetes accionariales de referencia en tradicionales joyas del grupo, como Colonial, hoy en manos de Inmocaral, y de empresas no cotizadas a las que ha ayudado a crecer, caso de Panrico.

El Consejo de Administración de La Caixa, que tomó ayer la decisión de la salida a Bolsa del holding que agrupará a una parte "sustancial" de su cartera, ha valorado ahora la voluntad de "obtener un contraste de mercado" sobre la gestión de sus empresas, así como dar entrada a terceros en el proyecto. En un comunicado difundido tras la reunión, la entidad apunta igualmente su intención de "potenciar la independencia de la gestión de la cartera" y, sobre todo, de aprovechar las oportunidades de crecimiento y desarrollo que ofrecen los mercados de capitales. La operación mejoraría los ratios de capital de la caja y le proporcionaría unos 8.000 millones de ingresos, si se cumplen las perspectivas anunciadas.

La Caixa no ha decidido todavía qué participadas colgarán del holding bursátil, del que no se excluyen las empresas no cotizadas, como Caprabo o la cadena Occidental Hoteles. En las próximas semanas analizará el mercado donde colocar las acciones, el precio y el calendario.

La decisión se ha tomado sin que esté resuelta una de las asignaturas pendientes de la entidad en relación a su cartera: su vieja apuesta por impulsar un grupo energético, que se ha enfriado tras el embrollo desatado por la oferta de su participada Gas Natural sobre Endesa.

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