Blair quiere aplicar a los delincuentes comunes medidas de control fijadas para los terroristas
El último programa del primer ministro británico, Tony Blair, que dejará el cargo antes del verano, está cargado de duras medidas contra todo sospechoso de perturbar la seguridad. Leído por la reina Isabel II en plena campaña del Gobierno para concienciar a la población de supuestos riesgos para su seguridad, el programa incluye una propuesta de Ley sobre Crimen Organizado que prevé extender a los delincuentes comunes las estrictas órdenes de control que se aplican a supuestos terroristas: desde la detención domiciliaria a la limitación del acceso a móviles o Internet. Desde el 11-S, en el Reino Unido se ha acusado por terrorismo a 387 personas.
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