Mi agradecimiento
Cuando la prensa ejerce de efectivo cuarto poder y los jueces aplican con celo la ley, los ciudadanos (únicos legitimadores del poder político) podemos vislumbrar de dónde nos vienen los garrotazos. Y claro, empezamos a entender que a lo mejor no son sólo las leyes del libre mercado las que dejan temblando nuestra cuenta corriente a fin de mes, sino más bien las empresas corruptibles, los ineptos y descarados representantes municipales y sus compinches del poder autonómico, que en aras del bien público venden nuestros pueblos a los especuladores, tapizan nuestros campos de asfalto, destruyen formas de convivencia y acogotan nuestra economía familiar. Por fin ya entiendo por qué van a expropiar, y a sacrificar con otra carretera más, el insustituible olivar centenario de mi madre.
Por fin ya sé quién sale ganando en este juego perverso y no son ni los recuerdos de mi infancia, ni nuestros campos, ni los ciudadanos. Mi más profundo agradecimiento a jueces y periodistas que me ayudan a entender.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.