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Tribuna:CIRCUITO CIENTÍFICO
Tribuna
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La fallida igualdad

Este mes se han entregado los Premios Príncipe de Asturias. Varias personas han visto recompensada su actividad en disciplinas, como Investigación, Cultura, Concordia... Desde 1981, la Fundación Príncipe de Asturias reconoce, por igual, la labor de hombres y mujeres en esos ámbitos. Pudiera parecer que, efectivamente, existe igualdad tanto en los premiados como en los miembros de los jurados encargados de dilucidar quién o quiénes son los más adecuados para recibir el galardón. Sin embargo, un análisis pormenorizado sobre la composición de los jurados que conceden los premios o los propios premiados pone de manifiesto que dicha igualdad -o paridad, por emplear un término de uso cada vez más frecuente- no es real. En el mejor de los casos, Ciencias Sociales, este año el 26% de los miembros del Jurado son mujeres. Y, en los últimos 25 años, 16 de los 197 premios han sido para mujeres. En Investigación, 5 de 23 jurados han sido mujeres (21%). Sólo Jane Goodall (en 2003), ha sido premiada en esta categoría en 25 años.

Pero éste no es un hecho aislado, o exclusivo de la sociedad española. Cada día nos enfrentamos a noticias o situaciones en las cuales la desigualdad de género marca la tónica. Por poner un ejemplo, el pasado mes de julio la revista Nature publicó un artículo firmado por Ben A. Barres, profesor de neurobiología en la Universidad de Stanford. En el artículo, Barres denunciaba las declaraciones realizadas por diferentes hombres de gran prestigio social, incluido el presidente de la Universidad de Harvard, Larry Summers. Summers aseguró en 2005 que la menor representación femenina en altos cargos en el ámbito de la ciencia se debía a una falta en las capacidades de las mujeres para ello, y no a casos de discriminación. A estas declaraciones vinieron a sumarse las de Steven Pinker -profesor en Harvard y autor de libros de divulgación- y Peter Lawrence -bioquímico y autor de un artículo del cual se hizo eco este diario (febrero de 2006)-.

Con el fin de rebatir las opiniones de estos tres caballeros, el profesor Barres presentó conclusiones aparecidas en otros trabajos en las cuales se demostraba, por ejemplo, que la capacidad para las matemáticas en niños y niñas de entre 4 y 18 años no es significativamente diferente.

Otro de los trabajos citados por Barres hace referencia a los premios Pioneer otorgados por el NIH (Institutos Nacionales de la Salud de EE UU), y cuyo fin es la financiación de proyectos de investigación en el campo de la biomedicina. En la primera edición, en 2004, 60 de los 64 miembros del jurado fueron hombres, al igual que la totalidad de los premiados (9). Al año siguiente, 6 de los 13 premios fueron concedidos a mujeres (46%). ¿Por qué esta diferencia entre las dos ediciones? Según los autores, el origen se encuentra en la revisión que se hizo de algunos aspectos en la convocatoria de 2005 con respecto a la de 2004. Uno de ellos fue el lenguaje. Términos como investigación de "alto riesgo", capacidades "innatas" de liderazgo o "potencial" del científico -sea lo que sea lo que signifiquen- que recibían especial énfasis a la hora de premiar los proyectos que se presentaron en 2004, desaparecieron en la siguiente edición. Este ligero cambio pudo animar a más mujeres a presentar sus proyectos. También aumentó el número de mujeres presentes en los paneles de revisión desde un 6% en 2004 al 43% en 2005 (Carnes et al., J. of Women's Health, 2005). En la última edición, 4 de los 13 galardones ha ido a parar a manos de mujeres.

En las reuniones que la Sociedad Biomédica británica ha celebrado en los últimos tres años, las conferencias plenarias fueron pronunciadas, en su mayoría, por hombres. Así, sólo 1 de 10 en 2004, 0 de 10 en 2005 y 0 de 7 en 2006 corrieron a cargo de mujeres. Por otro lado, la sociedad otorga una serie de premios en reconocimiento al éxito de proyectos de investigación. Annette Dolphin, doctora en psiquiatría y profesora en el University College de Londres, ha encontrado que sólo el 3,3% de los premiados desde 1963 hasta la actualidad han sido mujeres.

Es inevitable pensar que, dadas estas correlaciones entre género de jurados y premiados, las decisiones de los premios sí tienen que ver con el sexo de los ángeles.

Ana M. Correas es doctora en Biología. Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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