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La política lingüística, último escollo para el programa del tripartito

El PSOE avisa al PSC de que seguirá buscando el apoyo parlamentario de CiU

Los negociadores del PSC y de ICV-EUiA seguían buscando anoche una fórmula para evitar que el control de la política lingüística del nuevo Gobierno catalán quede bajo la responsabilidad directa del líder republicano, Josep Lluís Carod. En la dirección federal del PSOE se reconoció el derecho del PSC a buscar en su política de alianzas "lo mejor para Cataluña". Ahora bien, el mismo derecho asiste al Gobierno central de buscar alianzas para procurar "lo mejor para España".

El futuro presidente de la Generalitat, José Montilla, explicó ayer por la mañana en una entrevista radiofónica que la política lingüística "la hará todo el Gobierno", de forma transversal, con independencia de quién sea el titular del departamento al que se adscriba la correspondiente Secretaría. Sin embargo, anoche, los negociadores de los tres partidos todavía no habían logrado ponerse de acuerdo. Esquerra reclamaba que corra a cargo de Carod, y chocaba contra la resistencia de sus aliados.

Los socios de ERC no quieren que Carod esté al frente de un departamento con responsabilidades de gestión directa. "Queremos que sea un cargo de representación política y gestión cero", dijo un dirigente que está al tanto de la negociación. Montilla precisó que el cargo de vicepresidente es muy distinto del de primer consejero, que Carod ocupó durante un mes a principios de 2004, y no tiene responsabilidades de dirección y coordinación del Ejecutivo.

Los republicanos adelantaron ayer que en el organigrama que se está negociando les corresponderá la gestión de un macrodepartamento surgido de la fusión de Industria, Comercio, Turismo, Universidades e Investigación.

Otro de los escollos que deben superar los tres partidos de la izquierda son sus diferencias sobre la conexión eléctrica con Francia. Ya en su etapa como ministro de Industria, Montilla defendió la necesidad de llevarla a cabo. Ayer reiteró esta posición y afirmó: "Espero que se haga y que la haga quien tiene que hacerla". Puntualizó que la línea de muy alta tensión (MAT) depende de un acuerdo entre los Gobiernos de España y Francia, y que es éste último el que "la tiene paralizada por razones de política interna" que difícilmente se resolverán antes de las elecciones presidenciales.

En cambio, la portavoz de ICV, Dolors Camats, consideró "innecesaria" la interconexión y, tras considerar inevitables las discrepancias, mostró su confianza en que la negociación en curso sirva para alcanzar acuerdos "cómodos y factibles" que satisfagan a todas las partes.

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En la dirección federal del PSOE no se tuvieron en cuenta estos escollos y ya se dio por supuesta la formación del Gobierno de izquierdas, al que felicitó, en la persona del próximo presidente, José Montilla, para quien todo fueron elogios.

La ejecutiva mostró su "certeza, confianza y seguridad" de que el ex ministro de Industria será "un gran presidente". A diferencia de lo que ocurrió la pasada semana en la reunión de la permanente de la ejecutiva, en la que primó la preocupación por el Gobierno tripartito, sobre todo por la presencia de ERC, ayer cundió una visión "realista".

Ahora bien, si el PSC ha hecho uso de su libertad para hacer un pacto con las fuerzas que ha estimado convenientes, lo mismo hará el PSOE. Es decir, se reserva el derecho, y lo ejercerá, de buscar el apoyo de CiU. Así se reflejó en la reunión de la ejecutiva y así lo expresó en público, el secretario de Organización, José Blanco.

El PSOE "colaborará con el Gobierno de José Montilla para conseguir el éxito que Cataluña se merece". Respecto a los pactos, Blanco apostilló consideraciones de sus compañeros catalanes en su defensa del Gobierno tripartito. "La política de alianzas del PSC la decide el PSC, buscando lo mejor para Cataluña, y la política de diálogo y acuerdos parlamentarios del Gobierno la marca el Gobierno, buscando lo mejor para España". A partir de ahí todo fueron parabienes para José Montilla.

Todos los que tomaron la palabra reconocieron que el PSC está en su derecho de repetir la fórmula de Gobierno anterior, aunque perfeccionando métodos y objetivos, indican fuentes de la ejecutiva. Tan sólo un miembro de la ejecutiva, Álvaro Cuesta, responsable municipal del PSOE, que en la reunión anterior se mostró muy crítico con la formación de un Gobierno con ERC, señaló que le gustaría escuchar "a algún compañero del PSC defender la estabilidad del Gobierno de España", aseguran que dijo.

Duran desdeña al PP

CiU no va a lanzarse a los brazos de los populares una vez relegada a la oposición parlamentaria en Cataluña por la reedición del tripartito. "CiU no tiene intención de buscar una colaboración sistemática con el PP. Además, no se nos ha ofrecido esta posibilidad", advirtió ayer el secretario general de los nacionalistas, Josep Antoni Duran. Los nacionalistas sólo se plantearían un cambio de actitud en el caso de que el PP retirara su recurso contra el Estatuto catalán ante el Constitucional y variara su política "agresiva" contra Cataluña. Duran se pronunció de esta manera tras la ejecutiva de Unió Democràtica, en la que se reclamó al líder de la federación, Artur Mas, que subraye el perfil ideológico de CiU en su tarea de oposición al futuro Gobierno catalán. Algunos dirigentes democristianos se pronunciaron en contra de la campaña electoral de la federación, sobre todo por el polémico DVD y el rechazo ante notario a pactos con el PP.

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