Rafa Guerrero vuelve al ruedo
Motta, expulsado a instancias del línier que se hizo famoso hace 10 años en otro Barça-Zaragoza
El partido acabó de adquirir una tensión tremenda cuando entró en acción Rafa Guerrero. Es un juez de línea. Pero es tan conocido como el que más. No en vano es el mismo que el 29 de septiembre de 1996 instó al árbitro del Zaragoza-Barça a expulsar a Aguado por propinar un coscorrón a Couto. Fue un error porque el agresor no fue Aguado, sino Solana. Aquella conversación entre Rafa Guerrero y el colegiado Mejuto González fue captada por los micrófonos de la televisión. "¡Penalti y expulsión!" le dijo Guerrero a Mejuto. "¡Rafa, no me jodas! ¡Me cago en mi madre! ¿Expulsión de... quién?", le preguntó Mejuto. "Ha sido el 6. Penalti y expulsión", concluyó Rafa.
Diez años después de aquel episodio, Rafa Guerrero volvió a cruzarse en el camino del Barcelona y del Zaragoza. Y tampoco pasó inadvertido. Todo lo contrario. Ayer conminó al árbitro de turno, Iturralde González, a que expulsara a Motta por propinar un manotazo a Diego Milito, lo que provocó las airadas protestas de los jugadores y técnicos azulgrana. Frank Rijkaard saltó al césped, se echó las manos a la cara de incredulidad por lo que estaba sucediendo y trató de apartar a Deco y Puyol, que fueron los que con más vehemencia protestaron la decisión de Guerrero e Iturralde.
"No me ha respondido cuando le he preguntado qué había hecho", se queja el azulgrana
La acción de Motta dejando ir el brazo para proteger su posición ante Diego Milito suele producirse muchas veces en los campos de juego. "Motta fue expulsado por golpear a un contrario estando el balón en juego", escribió, sin embargo, el árbitro en el acta del partido.
Rafa Guerrero también había sido protagonista de la anulación de dos goles la pasada temporada. Uno de ellos se lo anuló al Barcelona, concretamente a Eto'o, en un partido ante el Málaga en La Rosaleda por considerar que Larsson había tocado previamente el balón con la mano. Otro gol le fue anulado también a instancias del linier al Cadiz en febrero pasado en un encuentro frente al Villarreal.
"Rafa no me ha respondido cuando le he preguntado qué había hecho", explicó Motta. "Sólo me ha comentado que lo que tenía que decir ya se le lo había dicho al árbitro. Ahora, los que tienen que solucionar esto, que lo hagan", añadió en relación a la posible alegación que presente el Barcelona. Motta tenía otro motivo para el lamento: "Me sabe mal la expulsión porque es un tema que estoy tratando de corregir". El medio azulgrana es reincidente, ya que en las tres anteriores temporadas anteriores había sido expulsado en la Liga con una tarjeta roja directa en cuatro ocasiones.
Iturralde expulsó también a Gaby Milito por entrar en falta a Saviola cuando éste encaraba ya a César; al delegado del Barça, Carles Naval, y al ayudante de Rijkaard, Johan Neeskens.
Rijkaard considera que la expulsión de Motta fue en un momento "determinante" del partido: "Inicialmente, nos ha afectado, pero, tras toda la confusión que se generó, el Zaragoza se descentró, cometió un error, Saviola lo aprovechó, llegó otra roja [a Gabi Milito] y el encuentro cambió completamente".
Víctor Fernández consideró que la sucesión de acontecimientos perjudicó a su equipo. Subrayó el entrenador del Zaragoza que sus jugadores estaban "indignados con el árbitro". Al respecto, comentó: "Ojalá no hubiera ocurrido nada de eso porque a partir de ahí se ha ido a otro tipo de partido".
Según el preparador del Zaragoza, "el encuentro era de empate" y tras la expulsión de Motta se produjo "una catarata de accidentes y todos en la misma dirección".
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