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Crónica:Fútbol | Décima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Aúlla Ronaldinho, despierta el Barça

Con el brasileño de francotirador, los azulgrana se imponen al Zaragoza tras un duelo volcánico y vuelven al liderato

Ramon Besa

Aúlla de nuevo Ronaldinho, convertido en el mejor francotirador del campeonato, y revive el juego del Barça, líder de la Liga después de abatir a un bravo Zaragoza en un partido de vértigo que acabó en el disparadero por intervención de Rafa Guerrero, el famoso linier del "no me jodas, Rafa; ¿penalti y expulsión de... quién?", empeñado en competir mediáticamente con el brasileño. El juez de línea montó un lío espantoso con la expulsión de Motta por un braceo con Diego Milito cuando el partido se apagaba para suerte del Zaragoza. Despertó entonces el Barça, la hinchada se encabronó de mala manera y Ronaldinho firmó un triunfo reconfortante para la afición del Camp Nou.

Trepidante y pasional como se puso el juego, el encuentro demandaba una victoria épica y el Barça salió vencedor porque su fútbol tiene un punto de calidad superior al del Zaragoza, su equipo es mejor y está más cuajado y Ronaldinho es más desequilibrante que nadie. Abatido Messi por tres meses y ausente Eto'o hasta febrero, Ronaldinho marcó las diferencias una vez que Saviola dejara en mal lugar a Gudjohnsen, superado por un encuentro muy físico, trabado y accidentado por las lesiones y las expulsiones. Aunque todavía no es feliz, no está en su mejor punto de juego y tartamudea, el equipo azulgrana parece haber iniciado la descompresión y abandonado la melancolía.

BARCELONA 3 - ZARAGOZA 1

Barcelona: Valdés; Zambrotta, Puyol, Márquez, Sylvinho; Deco, Edmilson (Motta, m. 28), Iniesta; Messi (Giuly, m. 22), Gudjohnsen (Saviola, m. 67) y Ronaldinho. No utilizados: Jorquera, Oleguer, Gio y Thuram.

Zaragoza: César; Diogo, Sergio, Gaby Milito, Juanfran; Zapater, Celades (Ponzio, m. 26), Aimar (Piqué, m. 78), D'Alessandro (Lafita, m.67); Ewerthon y Diego Milito. No utilizados: Miguel, Movilla, Sergio García y Óscar.

Goles: 0-1. M. 16. D'Alessandro sirve un córner y Gaby Milito entra desde atrás y fusila a Valdés. 1-1. M. 30. Ronaldinho cabecea un córner servido por Deco. 2-1. M. 85. Ronaldinho, en una falta desde la frontal, envía a la escuadra. 3-1. M. 90. Saviola aprovecha el rechace del larguero tras una falta botada por Ronaldinho.

Árbitro: Iturralde González. Expulsó con roja directa a Motta (m. 72), a Gaby Milito (m.75) y al delegado del Barcelona. Amonestó a Zapater, D'Alessandro, Diogo, Ponzio, Márquez, Ronaldinho, Sylvinho, Deco y Sergio.

74.201 espectadores en El Camp Nou.

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El programa de mano del partido ya invitaba a gozar de una dulce noche desde el asiento del Camp Nou. Jugaban el segundo contra el tercero, los dos máximos goleadores, la pelota como único litigio y la portería contraria en el entrecejo de ambos. El encuentro tuvo ciertamente interés, ritmo y juego desde la misma salida porque el Barça se estiró como cuando no tenía rival capaz de defenderle y el Zaragoza respondió con entereza, atento en su área, fabril e incisivo en la cancha ajena y también afortunado, sobre todo por el gol con el que se encontró nada más alcanzar el marco de Valdés.

Muy estético en el ataque y más reconocible que nunca, sobre todo por la intensidad con la que presionó en el campo rival, penó el Barça por una de sus incorregibles concesiones en la defensa y en cinco minutos se encontró con un partido muy empinado cuando había laborado de manera excelente para jugar cuesta abajo, satisfecho por recuperar los rasgos que le dieron una personalidad única. La facilidad con que el central Milito remató el córner botado por D'Alessandro resultó tan escalofriante que al equipo le dio un ataque de pánico, expuesto seguidamente a un nuevo golpe, espantado por el gol y por un rosario de lesiones.

Marcó el Zaragoza, se venció Edmilson y Messi se fracturó un dedo del pie, una acumulación de calamidades que invitaban al desánimo de los azulgrana, sometidos cruelmente tras un arranque luminoso por el toque de Iniesta, la agresividad de Messi, la participación de Ronaldinho, la competitividad de Deco y la productividad de un plantel que volvía a interpretar el fútbol de forma coral y dinámica. Los azulgrana perdieron fiereza y fluidez. No disminuyó, sin embargo, su presencia en el partido. Apenas dieron salida al Zaragoza, sorprendido también en un saque de esquina.

Ronaldinho cabeceó la pelota como si fuera Kocsis y el Barça retomó aire en el partido y la confianza en la victoria hasta que el Zaragoza regresó del descanso con una camisa de fuerza. Muy bien organizado alrededor de Zapater, el plantel de Víctor Fernández parecía en condiciones de garantizarse el empate mientras el Barcelona no cambiara de plan. Aunque el Barça funcionaba más o menos como colectivo, le fallaba el delantero centro. Gudjohnsen juega con una marcha menos que el equipo. Atacan los azulgrana a una velocidad inalcanzable para el remate de Gudy. A veces parecía incluso que se apaga la luz cuando las jugadas las acaba el islandés. El partido reclamaba la presencia de Saviola.

La vitalidad y el nervio del pibito resultaron determinantes para la suerte del Barça después de la negada intervención del línier, que mandó al árbitro expulsar a Motta. Nadie como Saviola para triunfar en el alboroto que se formó por decisión del dichoso Rafa. El argentino provocó la expulsión de Gaby Milito y forzó el libre directo que Ronaldinho transformó con una majestuosidad deliciosa por el mismo palo del portero, vencido por la plasticidad del remate, superado por la comba de la pelota, petrificado por el toque del Gaucho. Y, aunque pudo empatar Zapater a quemarropa, repitió suerte el brasileño en otro tiro franco que repelió el palo y Saviola cabeceó a la red en fuera de juego. Un error más del árbitro, que tampoco pitó un penalti a Puyol y consiguió desquiciar a los dos equipos. Únicamente Ronaldinho no perdió el pulso y su gol fue tan sereno y bello que merecía como premio el liderato del Barça por más vueltas que se le puedan dar a un partido de aúpa.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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