El poder de 39.000 ultras
Los partidos, las asociaciones extremistas y los cabezas rapadas mantienen diferencias ideológicas y de acción
A 39.000 personas asciende el potencial de la ultraderecha alemana, según el último informe anual del Instituto Federal para la Protección de la Constitución (BfV), el servicio secreto interior alemán. La ultraderecha alemana se estructura en tres ramas diferentes por ideología y acción: los partidos, las asociaciones neonazis y el entorno skinhead (cabezas rapadas), que no quiere saber nada de justificaciones ideológicas y su única ley es el racismo.
Los cabezas rapadas tienden a la acción directa, organizan conciertos de grupos ultras y se ven envueltos con frecuencia en actos violentos contra extranjeros. Se calcula que en Alemania son 10.400 personas, en general muy jóvenes. Su número va en aumento gracias a su eficaz estrategia de reclutamiento en los patios de los colegios mediante el reparto de discos de música nazi.
Tres partidos políticos, el Partido Nacional-Demócrata de Alemania (NPD), la Unión Popular Alemana (DVU) y Los Republicanos (REP), articulan una ideología de extrema derecha que se basa en la Nación como principio máximo. Sólo contemplan la pertenencia a esa nación en términos étnicos, por lo que no reconocen a los extranjeros los derechos fundamentales. Esto se traduce en racismo y antisemitismo, con un fuerte componente de autoritarismo.
De los tres partidos, el NPD, con 6.000 afiliados y una mayor actividad política, es el único que gana adeptos entre los más jóvenes, mientras que la DVU (9.000) y los REP (6.500) han perdido miembros en los últimos años. El NPD y el DVU llegaron a un acuerdo, en el que el REP se negó a participar, para no quitarse votantes en las elecciones regionales. De modo que en cada Estado federado se presenta sólo uno de los dos. Ya tienen representación parlamentaria en tres Estados del este de Alemania: Brandemburgo, con seis diputados del DVU; Sajonia, con nueve del NPD, y Mecklemburgo Antepomerania, con seis del NPD. En el oeste sólo está representado el DVU en Bremen, con un escaño. En cada elección municipal ganan más concejalías.
Por último, quedan los neonazis, que se organizan en agrupaciones de camaradas o asociaciones, muchas de las cuales ni siquiera están dadas de alta formalmente como tales. Su proclividad a la acción violenta es menor que la de los skin heads, huyen de su estética agresiva y tienen una conciencia política más acentuada. Su objetivo es el estado totalitario al estilo del Tercer Reich, liderado por un führer y basado en la superioridad de la raza aria. El BfV calcula que alrededor de 4.100 personas están vinculadas a estas agrupaciones, cuyo número sitúa en 160.
Los neonazis son reacios a organizarse en partidos políticos. Sin embargo, el NPD de Mecklemburgo Antepomerania logró atraer a muchos y que se afiliaran al partido, lo que contribuyó a su éxito en las elecciones de septiembre, en las que logró un 7,3% de los votos.
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