Duran defiende el perfil ideológico de Unió y afirma que no se diluirá en un partido nacionalista

El segundo partido más antiguo de Cataluña, Unió Democràtica (UDC), conmemoró ayer su 75º aniversario con una multitudinaria cena en el Palau Nacional de Montjuïc. El líder del partido, Josep Antoni Duran Lleida, defendió el perfil ideológico de Unió, nacido como fuerza democristiana, aunque en la actualidad se denomina socialcristiana. "Unió no es sólo un partido nacionalista", dijo, y no todos los nacionalistas defienden el mismo modelo de sociedad. Esta es la razón, agregó, por la que Unió no ha querido nunca diluirse en un único partido nacionalista catalán, ni lo hará.

El momento en que Unió celebra sus bodas de platino no es el más feliz de su historia. Acaba de ver cómo se le escapa de la mano la posibilidad de volver al Gobierno de Cataluña, pese a que la coalición CiU, de la que forma parte, ha quedado como primera fuerza en las elecciones autonómicas. "Ni Unió ni Convergència tienen vocación de plañideras, lo que ha pasado es ya el pasado, y no nos queda otro remedio que mirar el futuro con optimismo e ilusión".

Duran agradeció al fundador de Convergència, Jordi Pujol, que asistía al acto, que haya respetado siempre la voluntad de Unió de mantener su identidad "pese a tener una posición distinta".

En el acto se emitieron vídeos con salutaciones de dirigentes democristianos, entre las que destacaban las de la canciller de Alemania, Angela Merkel; los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; de Luxemburgo, Jean Claude Juncker, y de la CSU de Baviera, Edmund Stoiber; así como del presidente electo de México, Felipe Calderón.