¿Quién instruiría en el TSJC?

El caso Pallerols tiene todos los números de acabar en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) porque entre los imputados figura Enric Millo, quien se convertirá en aforado cuando se constituya el Parlament. En ese caso, la Sala Civil y Penal del TSJC deberá nombrar un magistrado instructor, siguiendo las normas de reparto que tiene asignadas, para que realice las diligencias que considere oportunas y, llegado el caso, archivar el caso o abrir juicio oral.

Sin embargo, la actual composición de la Sala Civil y Penal presenta ciertas particularidades que avecinan un futuro incierto a esa causa. A saber: Ninguno de los dos magistrados de reconocido talante progresista y especializados en derecho penal podrían ser instructores, ya que Guillem Vidal se encuentra de baja por enfermedad y Carlos Ramos fue fiscal del caso en su día y debería abstenerse.

Quedan, por tanto, otras tres magistradas. La más reciente en llegar, impulsada por el consejero Josep Maria Vallès y que formaba parte de una terna que propuso el Parlament es Teresa Cervelló, una abogada con larga experiencia en derecho civil que es cuñada de Núria de Gispert, dirigente de Unió y ex consejera de Justicia. Otra magistrada es Núria Bassols, también civilista y casada con Josep Manel Bassols, ex alcalde de de Anglés (La Selva) por Convergència y en la actualidad concejal de en ese Ayuntamiento por esa formación. La última persona que forma parte del tribunal es la propia presidenta, Maria Eugènia Alegret, quien desde que tomó posesión del cargo hace dos años ha estado exenta del reparto para instruir causas penales.

Si finalmente se celebrase el juicio, no se podría constituir la Sala de tres magistrados, ya que a las dos bajas citadas de Ramos y Vidal, debería añadirse la del instructor, fuese el que fuese. En ese caso, la ley establece que deberían buscarse jueces de otras salas del propio TSJC, de manera que entre el tribunal no habría ninguno especializado en derecho penal.