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El Gobierno abrirá en Paraguay una oficina de empleo de inmigrantes

El ministro Moratinos niega que España haya abierto un plazo adicional de regularización

Los Gobiernos de España y Paraguay acordaron ayer poner en marcha el primer proyecto piloto para crear mecanismos de coordinación entre la oferta de trabajo del país suramericano y la demanda de las empresas españolas, a fin de encauzar la emigración legal en beneficio de ambas partes. Este proyecto, conocido vulgarmente como oficina de empleo o de colocación de inmigrantes, fue anunciado en Asunción por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, después de una reunión con su homólogo, Ruben Ramírez.

Moratinos, que acompaña al Rey en su visita a Paraguay, negó, en cambio, tajantemente que España haya tenido en algún momento la intención, anunciada por la prensa local, de conceder un plazo adicional para la regularización de inmigrantes paraguayos. En estos momentos hay 12.000 paraguayos en situación legal y un contingente de irregulares que fuentes oficiosas cifran en unos 30.000 individuos, aunque otros cálculos hablan de 70.000 inmigrantes.

El presidente paraguayo, Nicanor Duarte, en el discurso que pronunció durante la cena en honor del Rey celebrada el lunes, alabó la política de inmigración española en estos términos. "Aunque nos gustaría crear con más rapidez condiciones materiales económicas adecuadas para reducir la migración de nuestros compatriotas, justo es agradecer a España la acogida que les brinda. En especial el trato humanitario y la predisposición a regularizar su residencia. Y de evitar para ellos la humillante discriminación y las exclusiones dolorosas". Algunas de estas alusiones parecen reflejar el posible malentendido sobre una regularización adicional.

Duarte alabó también la cooperación española, sobre todo en materia de educación, que, dijo, "hoy más que nunca necesitamos". En ese sentido, Moratinos ofreció a Ramírez el canje por educación de un tramo de 10 millones de euros sobre el total de 28 millones de dólares que constituyen la deuda paraguaya con España.

Previamente, el Rey expresó "el permanente respaldo de España a Paraguay" en sus esfuerzos y determinación en favor de la democracia, un proceso que comenzó en 1990, con ocasión de la anterior visita real, según recordó el Monarca, y que en los últimos 16 años ha pasado por avatares diversos. Aún el año pasado, el Comité de Derechos Humanos de la ONU se hacía eco del uso excesivo de la fuerza policial en las prisiones y en las calles del país, así como de la existencia de numerosas "acusaciones de asesinato entre 1989 y 2004".

Don Juan Carlos inauguró, de hecho, una nueva etapa con este país, marcado por la dictadura de Alfredo Stroessner. En los últimos tres lustros, Asunción recibió las visitas de Felipe González, en 1994, y José María Aznar, en 1999. Pero ningún ministro se había acercado individualmente desde 1990 a la capital paraguaya, hasta que Miguel Ángel Moratinos lo hizo el pasado mes de febrero. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega visitó Paraguay en agosto, y está previsto que el presidente Nicanor Duarte viaje a Madrid el próximo marzo o abril, con el empeño de potenciar unas relaciones que hoy apenas existen.

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