España retrocede en el 'ranking' de la corrupción por el urbanismo

La puntuación de España en el índice de percepción de corrupción que elabora la organización Transparencia Internacional (TI) ha retrocedido por segundo año consecutivo, principalmente por el incremento de casos, y su difusión, en el sector urbanístico. Así se puso ayer de manifiesto en la presentación del informe correspondiente a 2006, que elabora con datos de 163 países esta organización anticorrupción, acto en el que se destacó que este retroceso "es preocupante" y requiere "tomar medidas".

España, que en los dos últimos años había superado el notable, al lograr el 7,1 en 2004 y un 7 el pasado año, ha obtenido una calificación de 6,8 en su lucha contra la corrupción en 2006, por debajo de países como Finlandia (9,6), Islandia (9,6), Singapur (9,4), Australia (8,7), Reino Unido (8,6), Francia (7,4), Estados Unidos (7,3) o Chile (7,3), y por delante de Portugal (6,6), Italia (4,9), Grecia (4,4) o Polonia (3,7).

El presidente del capítulo español de TI, Jesús Lizcano, ha explicado que España se encuentra en una situación "central" en cuanto a su lucha contra la corrupción en Europa, así como que la percepción de corrupción "no es alarmante" en cuanto a las instituciones, los poderes judiciales, ejecutivo y legislativo o el nivel de desarrollo democrático. Lo que ha provocado que España haya tenido peor nota en el índice es la corrupción urbanística, motivo por el que Lizcano ha abogado por llegar a un pacto de Estado para evitarla.

El presidente de TI-España ha anunciado que la organización elaborará en breve un índice de transparencia de los ayuntamientos españoles, en el que se incluirán datos de consistorios de más de 50.000 habitantes. Mientras que Chile, Francia o Japón han mejorado en su lucha contra la corrupción, España ha empeorado.

El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2006 apunta una estrecha correlación entre la corrupción y la pobreza. Casi tres cuartas partes de los países del IPC tienen una puntuación inferior a cinco (incluidos todos los países con ingresos bajos y todos los Estados africanos, excepto dos). Haití presenta la puntuación más baja con un 1,8; Guinea, Irak y Myanmar (la antigua Birmania) comparten la penúltima posición, cada uno con una puntuación de 1,9.

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