El presidente de E.ON reconoce que el fallo se originó en su red
El presidente de E.ON, Wulf Bernotat, admitió ayer que el apagón registrado este fin de semana en nueve países europeos se inició en la red del grupo alemán, pero apuntó que todavía no están claras las causas. A preguntas de los informadores, Bernotat llegó a admitir que el incidente había revelado que E.ON tiene en sus manos "el interruptor de Europa". "Quizá sí", admitió.
Durante una conferencia de prensa celebrada en Madrid para explicar los planes de E.ON respecto a Endesa, Bernotat subrayó que el grupo alemán investigará lo ocurrido junto a otros operadores europeos propietarios de redes de transporte para "averiguar las causas y buscar soluciones para el futuro".
El presidente de E.ON indicó que habrá que analizar en detalle las causas del corte de suministro antes de hablar de posibles indemnizaciones a los afectados. "Empezó en nuestra red, pero hubo otros aspectos", indicó. Bernotat aseguró que, en condiciones normales, la red eléctrica europea "funciona bien", aunque destacó la intención de su compañía de mejorar las interconexiones con otros países europeos.
E.ON prevé aumentar la capacidad de transporte trasnacional entre Alemania y sus países vecinos en unos mil megavatios. Bernotat subrayó que el problema causante del apagón se solucionó "en 40 minutos", lo que demuestra, en su opinión, que los operadores europeos "trabajan bien y son capaces de resolver" este tipo de incidentes.
E.ON reconoció ayer que el origen del apagón está relacionado con la desconexión con carácter preventivo de una red de alta tensión -380.000 voltios- que atraviesa el río Ems, en la Baja Sajonia.
El mayor incidente
En cualquier caso, se trata del mayor incidente del sistema europeo de interconexión desde su creación, debido al número de países afectados, la práctica totalidad del continente.
Las redes de alta de tensión de todos los países europeos están interconectadas entre sí, desde la Península Ibérica hasta las fronteras de la antigua URSS. Se trata de una conexión síncrona, es decir, que los generadores de energía de todos los países trabajan a la misma frecuencia (50 hercios). Cuando acontece un problema en cualquier país, por ejemplo, se cae una central, la red actúa solidariamente, cubriendo el déficit energético hasta el fin del incidente. Es decir, el sistema está preparado para resolver fallos simples.
El problema, en el caso alemán, es que el sistema falló en dos puntos a la vez, por lo que el mecanismo de compensación no fue suficiente. Tanto es así, que la interconexión se interrumpió y el continente se dividió en tres islas eléctricas. En dos de ellas, las de la zona oriental, había exceso de generación, mientras que en la del oeste, a la que pertenecía España ocurrió lo contrario, sin que pudieran compensarse entre ambas.
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