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Rubio sólo aceptará en Mestalla la edificación que permita la ley

El portavoz socialista fija los límites a un diálogo sobre la operación

Sara Velert

El límite lo marca la ley. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Rafael Rubio, valoró ayer "la buena voluntad" del presidente del Valencia CF, Juan Soler, para retomar el diálogo sobre la operación de Mestalla tras los ataques del club al PSPV-PSOE. No obstante, Rubio fijó como condición que la recalificación se ajuste a la normativa, con un máximo de 60.000 metros de edificabilidad frente a los 89.830 previstos.

La operación de Mestalla implica una doble modificación urbanística que permitirá al Valencia CF construir viviendas en el solar del viejo estadio y construir otro campo en un terreno de la avenida de las Cortes Valencianas que se convierte en deportivo privado con uso recreativo. El PSPV-PSOE rechaza la recalificación del suelo de Mestalla pactada entre el gobierno local de Rita Barberá, del PP, y el Valencia CF, y ayer Rubio advirtió de que cualquier acuerdo sobre la operación -con la que el club ganará un mínimo de 100 millones de euros y pagará el nuevo estadio- debe cumplir la normativa. "¿La ley permite una actuación discrecional a los ayuntamientos en el urbanismo? Sí. ¿Qué límites tiene? Los que marca la ley", afirmó Rubio. El portavoz auguró que el PP torpedeará una solución dialogada con el club.

En el caso de la edificabilidad concedida por el PP a Mestalla, para los socialistas el límite legal se ha sobrepasado. Como suelo deportivo, el actual campo tiene un aprovechamiento residencial "igual a cero". Los socialistas aceptan un cambio que facilite al club un aprovechamiento residencial, pero aseguran que los 89.380,44 metros cuadrados de edificabilidad "no se ajustan a los parámetros de la ley" porque surgen de incluir "viales públicos para cuadrar la cifra mágica" que necesita el club, denunció Rubio en el pleno del 27 de octubre.

"Que se recalifique sólo la parcela de Mestalla, el límite es ese", insistió ayer el portavoz. La edificabilidad alcanzaría como máximo los 60.000 metros cuadrados. Para alcanzar la edificabilidad del plan que está en exposición pública, el gobierno del PP creó una unidad de ejecución de unos 49.000 metros cuadrados que incluye parte de las calles que rodean Mestalla, con el argumento de que se reordena una macromanzana. A esa unidad se le aplicó un coeficiente de edificabilidad del 1,82 -ligeramente superior al del distrito de Pla del Reial-, de modo que surgen los 89.380,44 metros cuadrados de techo. Soler, a pesar de que la parcela no tiene uso residencial y sólo un coeficiente de 1,2 para uso deportivo, afirma que al Valencia CF incluso le hubiera correspondido multiplicar el suelo de la unidad de ejecución por 2,2. Con esta cifra, el presidente de la sociedad privada dibujó una unidad distinta que hubiera incluido los edificios altos más cercanos en un ámbito que no refleja la media del distrito.

Con la parcela de 31.000 metros cuadrados y los derechos que tenía el Valencia CF para abrir un hotel pegado al estadio, la edificabilidad con el coeficiente del 1,82 se mueve entre 57.000 y 60.000 metros cuadrados. Con este planteamiento, cabrían en la parcela las dotaciones que ahora se reparten entre el suelo de Mestalla y terrenos públicos colindantes en el entorno del Nuevo Ayuntamiento y la Consejería de Infraestructuras. Junto a estos edificios, el gobierno de Barberá ha grafiado un colegio y un inmueble administrativo en suelo que podría haber empleado para dotaciones con anterioridad. Estos equipamientos, en el plan del PP, no caben en la parcela de Mestalla, donde habrá zona verde y un centro sanitario.

De esta distribución parte otro de los desencuentros con el PP y Soler, ya que a juicio de los socialistas -y también de EU-L'Entesa- no se cumple la exigencia legal de que por cada 100 metros cuadrados de techo se destinen 35 de suelo a dotaciones. Los populares y el Valencia CF, por el contrario, aseguran que salen las cuentas porque incluyen suelo ya público.

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Otro punto crítico es la zona comercial, que se articula en una primera planta de 13.471,70 metros cuadrados con 10 metros de altura. Con entreplantas, la superficie casi se triplicaría. Este diseño exige una modificación del plan general que también podría cuestionar un tribunal si se llegara a plantear un recurso, ya que otros comercios no han conseguido esa altura. La permuta del suelo de Cortes Valencianas tampoco está clara y puede ser otra fuente de conflicto. Los socialistas mantienen el recurso contra el convenio de la operación urbanística.

Ardua negociación

Tras azuzar a la Agrupación de Peñas contra el PSPV por sus reticencias a los aspectos de la operación que no se ajustan a la ley, el presidente del Valencia lanzó el domingo un órdago al principal partido de la oposición. En una entrevista en el periódico Levante-EMV se mostraba dispuesto a retomar la negociación con el PSPV. Sin embargo, la posición de la entidad, defendida por Soler en las mismas declaraciones y reafirmada ayer por su vicepresidente, Enrique Lucas, en una nota de prensa sitúa el debate en posiciones difíciles de conciliar. El Valencia no sólo obtiene el favor de la ciudad de recalificar el suelo deportivo de Mestalla en edificable, sino que además el Ayuntamiento contraviene la normativa, según los socialistas, que fijan en un máximo de 60.000 los metros edificables, y le concede 89.830 incluyendo viales públicos. Valencia pierde una de las dos zonas deportivas de que disponía en una operación cuyas plusvalías no revierten en la ciudad. La deuda del Valencia no permite a Soler aflojar y el PSPV no va a dar marcha atrás en su defensa de los intereses ciudadanos.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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