Aclaración

El pasado lunes 30 de octubre se publicaba en las páginas de EL PAÍS el artículo Uno de los nuestros... acerca de la endogamia universitaria, en el que se mencionada varias veces la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. Con el fin de evitar malentendidos y hacer justicia a la imagen de dicha facultad y de la UCM, quiero señalar lo siguiente:

1. El concurso al que se refieren los firmantes del artículo es una habilitación nacional para catedrático de universidad, es decir, no un concurso para una plaza de la Universidad Complutense. Las comisiones juzgadoras de las mismas están formadas por siete catedráticos de universidad elegidos por sorteo entre todos los del área a nivel nacional, actuando como presidente el más antiguo, y celebrándose la oposición en la universidad de éste. Así pues, el hecho de que este concurso se haya celebrado en la Universidad Complutense es fruto del azar y nada tiene que ver con plazas de la propia universidad.

2. Los firmantes tampoco mencionan que para formar parte de dichas comisiones juzgadoras, los catedráticos deben tener reconocidos al menos dos tramos de investigación (los llamados sexenios) que son evaluados por la Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora en función de parámetros objetivos, entre ellos las publicaciones en revistas de impacto. De la lectura del artículo podría entenderse que el presidente del tribunal no reuniera dicho requisito.

3. Como se ha señalado, la comisión juzgadora está formada por siete catedráticos de toda España. Sin embargo, el artículo centra todos sus comentarios en sólo uno de sus miembros. ¿Qué hay de los otros seis?

4. Finalmente hay que señalar que la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense es la única en España que en estos momentos cuenta con la acreditación de la Asociación Europea de Establecimientos de Enseñanza Veterinaria que permite el ejercicio profesional directamente en cualquiera de los países de la Unión Europea.