Una gran guía digital
Estamos viviendo los prolegómenos de la revolución digital, y la sobreabundancia de contenido hará que elegir cómo queremos emplear nuestro tiempo libre no sea una decisión trivial (qué película ver, qué música escuchar o a qué videojuego jugar). Todavía recuerdo cuando sólo había una cadena de televisión: tenía sus ventajas (era fácil decidir qué querías ver) y sus desventajas (en realidad no podías elegir, eran otros lo que programaban para ti).
Hoy las cosas ya no son así. A la multitud de cadenas de televisión hay que añadir la cada vez más abundante oferta de contenido digital disponible a través de Internet e, incluso, desde dispositivos móviles. De hecho, durante el último año hemos visto cómo una veintena de nuevos portales centrados en el contenido generado por el usuario (Youtube, Google Video, Guba, Grouper, etcétera) se está convirtiendo en parte esencial de la vida de muchos de nuestros jóvenes (y no tan jóvenes).
Los motores de recomendación nos ayudan a encontrar nuevos contenidos, productos o servicios
Recientemente, el periodista Lee Gomes de The Wall Street Journal estimaba que el tiempo total empleado por usuarios de Youtube viendo los videos de ese site superaba ya los 9.000 años. Muy pronto ése será el tiempo que necesitaremos cada uno de nosotros para ver todo el contenido ofrecido por el portal. Dada nuestra limitada longevidad y nuestros quehaceres diarios está claro que tendremos que confiar, como hemos hecho hasta la fecha, en las recomendaciones de nuestros amigos para poder seleccionar aquello que nos puede resultar interesante. Sin embargo, una opción complementaria para encontrar lo que nos gusta y que está calando cada vez con más fuerza entre los jóvenes son los sistemas o motores de recomendación.
De la misma forma que los motores de búsqueda nos ayudan a encontrar información en Internet, los motores de recomendación nos ayudan a encontrar nuevos contenidos, productos o servicios que nos pueden gustar o que podemos necesitar. Los sistemas de recomendación se podrían definir como un fiel compañero que entiende nuestros gustos y nos ayuda en la selección de nuevos videos, nuevas canciones, nuevos juegos, nuevos anuncios, nuevos productos, nuevos servicios... También nos permiten, siempre que así lo queramos, compartir nuestros gustos con otras personas e incluso ayudarnos a encontrar otras personas con gustos similares.Es probable que en un futuro los motores de recomendación sean más utilizados que los de búsqueda. Los usaremos para encontrar aquello que nos apetezca disfrutar o comprar y, por supuesto, las empresas nos darán herramientas para que podamos navegar con más sentido por sus respectivos catálogos y encontrar lo que sea relevante para nosotros.
Pero también usaremos los motores de recomendación de manera pasiva. La radio o el teléfono móvil nos darán música personalizada según el contexto, y en base a nuestros gustos, o a los gustos de nuestro grupo, la televisión (y el móvil) nos propondrá los contenidos que nos puedan apetecer y las numerosas páginas web nos ofrecerán el contenido personalizado.
Muy importante, los motores de recomendación nos ayudarán a compartir nuestros gustos con los amigos, y así poder descubrir contenido, productos o servicios de manera instantánea y automatizada, a través de los gustos y el comportamiento de aquellos que son cercanos a nosotros. De hecho, facilitar la comunicación entre la gente y el intercambio de gustos no deja de ser el embrión de las comunidades online y las móviles, que llegarán antes de lo que esperamos. Un ejemplo, los 80 millones de usuarios registrados en MySpace.
La industria de la recomendación ha demostrado ser imprescindible en la época del contenido generado por el usuario, en un mundo de sobreabundancia de contenido digital e hiperconectado. Ésta fue una de las conclusiones de los científicos y directivos que participaron en Recommenders06.com.
Francisco J. Martín es presidente ejecutivo (CEO) de MyStrands.
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